Ya tras un par de días de la llegada de Niara y compañía, acomodaron a Blue cerca de la casa junto a Erinko. Y Zen, Bianca y Tristán emprendieron su viaje a Glazerunner en el Curuxa, buscando la ayuda de dicho reino.
Colin se había levantado hace poco de la cama, y se sorprendió de no ver a Arthur y Renra en casa. Por lo que buscó a Leila y le preguntó por ellos. Ella estaba cerca del comedor picando unas ensaladas con ayuda de Adelina y Roselius, que estaban a los costados de la rubia.
-Esos tórtolos fueron al bosque a dar una vuelta -le contó Leila-. Pero creo que no tardarán mucho, Renra aún se veía cansada por el viaje desde su pueblo. No creo que Arthur la tenga dando vueltas por los alrededores hasta tan tarde.
-¿Y Niara y Petrus? -preguntó Colin, buscándoles con la mirada.
-Ellos fueron a limpiar a Blue a las afueras del pueblo -agregó Adelina-. Además les pedí unas frutas para la cena.
-Vaya... Parece que todos están ocupados -dijo Colin.
-Yo no -le asustó Alan desde atrás, colocando sus manos sobre los hombros del chico-. Podemos jugar a las escondidas.
Leila rio ante la épica aparición de Alan y luego les habló a ambos:
-Yo estoy haciendo una cena sorpresa con Adelina y Roselius para cuando lleguen todos, ¿no quieren ayudarnos?
-En realidad yo también tenía algo planeado para hoy, Leila -confesó Colin rascando su nuca-, pero... necesito que ustedes me ayuden a mí. Es algo importante.
-¿Eh? ¿Qué planeas, Colin? -preguntó Alan-. ¿Una cita?
-N-No -negó Colin.
-¿Algún entrenamiento a caballo? -intentó adivinar Leila. Colin negó de nuevo y alzó su mano derecha enseñándoles su anillo.
-Quiero viajar en el tiempo, chicos -les comentó-. Necesito averiguar por qué Magnus ha hecho todo esto...
Leila se quedó con la boca abierta de sorpresa, y el rubio menor le miró totalmente decidido.
-Lo he pensado desde que Niara me devolvió mi anillo, y me siento capaz de regresar al día del ataque de Mazeriver -explicó-. Veré lo que hace Magnus y si puedo sacar algo de eso.
-Pero, Colin, eso es muy peligroso -le advirtió Leila-. Tú mismo lo has dicho en alguna ocasión... Requiere un gran gasto físico y mental.
-Lo sé -aseguró-, pero... siento que puedo. Yo no sirvo para pelear, así que esta es mi forma de ayudar. Con información.
Alan, Roselius, Adelina y Leila se miraron algo incrédulos. No era una propuesta simple ni mucho menos. Volver a aquel día que todos buscaban olvidar no era sencillo, y el miedo de que le ocurriera algo a Colin era mayor que la curiosidad de saber que incitó el odio de Magnus.
-No estoy de acuerdo -se negó Leila-. Si pone en riesgo tu vida, no lo acepto.
-Yo tampoco estoy de acuerdo... -dijo Adelina-. Volver al pasado es muy riesgoso, sobre todo a ese día.
Colin bajó la mirada y luego la levantó, buscando una tercera opinión en los ojos de Alan, el cual observó al pecoso muchacho en silencio, para posteriormente ofrecerle una leve sonrisa.
-Yo digo que sí -confesó Alan-. Confío en Colin. Él podrá con esto.
Colin sonrió un poco en respuesta, y Leila volvió a negar con la cabeza.
-Yo no conozco muy bien a Colin, pero creo que puede -agregó Roselius-. No esperaría menos de un hermano de Arthur.
-¿Pero qué hacemos si te pasa algo? -preguntó Leila-. Ninguno de nosotros puede viajar en el tiempo contigo.
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Los nueve descendientes II
FantasySegundo libro de "Los nueve descendientes" Tras aquel inesperado encuentro, Arthur deberá buscar las respuestas a todas sus preguntas, aunque para lograrlo, deberá correr ciertos riesgos que podrían o no, arriesgar la vida de las personas que ama. ...