Capítulo 6

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"Labios rojos"

Matt y los niños iban haciendo karaoke de "Canciones de la Granja 2" y yo simplemente no podía parar de reírme. Matt parecía estar en un concierto y ser él la estrella mientras que los niños eran su público. Había canciones en las que logré participar por los días en los que Tris lloraba y ese era su consuelo, pero otras solo Matt las cantaba.

—Manita —dijo Tommy— pon la canción del otro día.

Lo miré sonriente y Matt me concedió su teléfono, luego de mi intento de manejar su nave espacial pude encontrar la canción que Tommy tanto quería y yo siempre cantaba. Luego de unos segundos Hips Don't' Lie de Shakira comenzó a sonar y el coche se prendió en llamas.

—¿Shakira? —Matt paró la canción—. ¡Esto no es música de hippies!

Comencé a reír y lo miré; —No se quien te ha dicho que soy hippie, estudiar arte no te hace hippie. —Le di play a la pista—. Bueno, tal vez un poco.

Matt largó una carcajada y de la nada se puso serio; —Esto se canta así. —Me miró y guiñó el ojo izquierdo—. Estás viendo sangre latina en su mayor esplendor.

La canción comenzó y lo único que se escuchaban eran gritos por todas partes y la risa de Tris. Matt cantaba muy bien las partes en español mientras que yo con mucha suerte podía adivinar lo que decía.

Luego de nuestro Carpool Karaoke, Matt volvió a las canciones de niño pero esta vez en un tono mucho más bajo para volver a nuestra intensidad inicial.

—Pero mírate, tienes una increíble voz. —Matt me halago amablemente—. No tanto como la mía pero se acerca un poco.

Me reí ante su tonto comentario y lo miré rápidamente; —¿En verdad eres latino? —Quite mi mirada de él—. Porque realmente no pareces latino.

—Nací en Argentina y viví ahí hasta los ocho años, después de eso me fui a Colombia hasta los once. —Me miró—. A los once me vine a Miami y bueno, actualmente estoy en Colorado.

—Siempre quise ir a Argentina. —Solte sin darme cuenta—. El teatro es una cosa que deja mucho trabajo, al igual que el baile. Son muy artísticos.

—¿Estudias teatro?, porque siempre supe que ibas a la Escuela de Arte, pero no que estudiabas teatro o que fueses a la que está al lado de la guardería.

Sonreí satisfecha de que por fin notara a la Escuela; —Sí, ambas cosas —dije satisfecha— ¿nunca que te fijaste que había una Escuela casi que pegada a la guardería de niños ricos?

—Siempre llegaba apurado y prestaba atención a que llegasen bien los niños a su clase —comentó tranquilo.

Después de eso nuestra conversación se resumió en que él se ofrecía a llevarme a clase si yo lo ayudaba a entrar a los niños y no me olvidaba de tantas cosas a partir de ahora. Y yo no paraba de sentirme feliz; especial de que no llegaría una hora antes a clase o moriría en la bici en las colinas.

Luego de unos minutos en la carretera me di cuenta de que estábamos llegando a Denver, la hermosa capital del aburrido Colorado. 

Vivir en Aurora siempre fue un reto para mí, en el único momento que se dio a notar fue cuando la Masacre del 2012, luego de eso no hemos tenido más que noticias locales. El arte, la ciencia o la vida nunca se notaron en Aurora y este no era un lugar para mí, nunca lo fue.

Después de casi una hora estábamos cerca del centro de la ciudad, estábamos en Denver, Las Vegas de la gente aburrida, mis Vegas.

Matt había estacionado en un lugar que literalmente se veía tan normal que no parecía tan lujoso como realmente el mundo decía. Los niños festejaron al ver donde estaban, por lo visto, no era su primera vez aquí, pero si la mía. El lugar donde estábamos era Acorn, mi madre hablaba tan bien de este lugar que yo nunca me imaginaba aquí, el restaurante era uno de los de lujo, así que dudaba que este tuviese mesas disponibles.

Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora