Capítulo 24 parte IV

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MARATÓN 1/?

Desperté sola. Sobresaltada. Qué noche la de anoche. Me estiré y acomode en la cama, estaba completamente desnuda pero calentita. La cama de Matt es super calentita y cómoda. Durante varios segundos quedé estática, congelada en mis pensamientos… realmente había pasado ¡y había sido grandioso! Y aunque sé que la noche hubiese durado un poco más si Matt no estuviese borracho ¡fue espectacular! Super atento a mí y a lo que necesitaba, buscando mi placer y haciéndolo suyo. Estoy muerta, pero de amor. Lo quiero ¡lo adoro! Y eso se siente tan raro. A ver, que no es novedad que soy bastante de durita para estas cosas pero él, los niños, él y los niños ¡cambiaron completamente mi vida! Aprendí muchas formas de querer con ellos y cómo puedes querer tanto, tan de la misma manera pero tan diferente a su vez. No lo sé, es todo tan loco, tan nuevo. Los ruidos de la cocina eran suaves, sé que está siendo cuidadoso para no despertarme ¡es un amor! Me levanté rápido y fui a su armario, cogí una de sus camisetas y tomé mis bragas del suelo. Salí y aproveché que estuviese de espaldas para ir a lavarme los dientes y la cara. Al entrar al baño noté que la tina seguía llena ¡que mona mi Lucy! Todo allí se veía precioso, lástima que no lo usamos.

—Buenos días nena —dijo al verme. Me acerqué a él y le di un dulce beso en la mejilla. Verlo cocinar me encanta, todo le queda tan mal pero se esfuerza tanto.

—¿Cómo estás? —pregunté sentándome sobre la mesada, como de costumbre.

—Feliz —dijo rápido— ayer fue un día grandioso. En verdad, gracias por la fiesta cariño. Fue todo tan… tan hermoso.

Se acercó a mí y me besó dulce y posesivo, amo esos besos. Me encanta que él me bese.

—Fue difícil conseguir el contacto de todos tus compañeros pero lo logré —dije sonriente, pegada su frente con la mía.

—Soy un hombre con un misterioso empleo —dijo divertido, volviendo a lo suyo.

—Oh sí —seguí con la broma— ustedes los contadores son difíciles de encontrar.

—Sabes —dijo concentrado— me encantó eso. Pero el hecho de tener un pastel con un dibujo que hicieron los niños… que tu —hizo una pausa— que tu hayas hecho eso Anna, fue perfecto. No he parado de pensar en ese pastel, en el hermoso dibujo. Fue demasiado ¿sabes? Yo siento que fallo bastante con ellos, estoy todo el día trabajando y han vivido cosas de mierda por mi culpa, pero ellos son tan…

—Cariño… —dije y me acerqué a él al notar como su voz se quebraba. Pensar que cree que es un mal padre me parte el alma. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y lo contuve. —Eres un padre excelente Matt, no puedes cuestionarte eso.

—Soy un padre ocupado, me siento ausente en la mitad de las cosas que les suceden —continuó— ¡me perdí las primeras palabras de mi bebé! Por fin habla y lo hace claro, pero ¿yo? Estaba trabajando, no pude estar aquí para escucharlo.

—Pero estás aquí para ayudarlo a mejorar —lo interrumpí— no es fácil criar niños solo, Matt, tienes que mantener una casa, pagar por su salud, sus estudios, ¡todo!, algo tan importante como la comida que comen todos los días es gracias a ti. Tus hijos te aman, aman que seas tú su padre y deberías de estar feliz por ello cariño.

Matt se volteó y me apretó a él. No puedo decir que lo entiendo, porque no es así, pero estoy aquí para él.

—Tabita se enojó mucho cuando Tris te dijo mamá —dijo mientras me abrazaba— ¡me lo contó furiosa!

—Sobre Tabita —dije nerviosa— quería decirte algo, que espero no te lo tomes a mal.

—Dime.

Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora