Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.

Capítulo 23

“Acción de Gracias”

Habíamos tenido una primer cena grandiosa, me encanta ver a mi familia sentirse tan amena con Matt y la triple T. Mañana era Acción de Gracias así que mamá decidió invitar a Matt a pasar la noche aquí así que pasaremos una noche juntos, en mi casa, pero sin poder tocarnos.

Como corresponde, a la hora de dormir lleve a Matt al cuarto de invitados pero los niños me pidieron que esté un rato con ellos y no iba a negarme. Sentada en la cama mientras que jugaba con unos autitos sentí unas manos cálidas rodearme y luego como se hundió a mi lado la cama. Matt huele delicioso siempre, pero hoy me encanta. Me llevó un poco hacia él y besó sin disimulo alguno mi cuello.

—Odio estar cerca de ti y no besarte —susurró en mi oído— es una tortura.

Como calienta. Me acomode en el lugar y aprecie a los niños jugar. Son tan perfectos y me siento tan plena al ver lo mucho que han crecido a mi lado. Puse mis manos sobre las de Matt, estaban sobre mi estómago, rodeandome, cuidandome. Me siento plena, como nunca antes me sentí. Apoyó su cabeza sobre mi hombro y largo aire por la nariz.
No quiero arruinar el momento con mis inseguridades pero estoy casi segura de que Matt no está igual de emocionado que yo. Realmente no me puede afectar, llevamos pocos días en esta especie de “relación” pero lo he visto más con deseo carnal que con emociones y sí, su deber no es corresponderme y no debería de molestarme, pero lo hace. Ante la tensión de mi cuerpo Matt se puso derecho y sin sacarme las manos de encima me pegó más a él.

—¿En qué piensas? —preguntó tan cerca de mi oído que podía sentir su respiración.

—En que me debo ir a la cama —mentí.

—Quédate —dijo Matt, apretandome.

Sonreí, intentando no rendirme a su palabra y a mis ganas.

—Matt…

—Nena… —dijo dulce— no voy a poder con los tres en una misma cama y sin la persona que los calma.

Reí ante su exageración.

—Me quedaré hasta que se duerman ¿si? —dije acariciando sus manos.

—Está bien —dijo rendido.

Los niños tardaron casi una hora en dormirse,estaban emocionados por estar en un lugar distinto. Antes de irme a dormir Matt me tomó para él y me besó de forma cariñosa por casi veinte minutos hasta que decidí irme obligada ya que si me quedaba, todo sería un escándalo.

Cerca de las seis de la mañana me desperté a preparar el pavo con mamá, sinceramente se me da bien el relleno —el cual me como a medida que lo hago— y me gusta pasar un rato con mi madre a solas, da buenos consejos cuando quiere.

—Que bien le has hecho a los niños —dijo rellenando el pavo—… y a Matt.

Reí.

—A mi me han hecho mucho bien también —confesé.

Noté una sonrisa de picardía en su rostro así que decidí ignorarla y concentrarme en mi trabajo.

—Anna… —dijo pausada, como con miedo a continuar hablando— ¿hay algo entre ustedes? Matt y tu… sabes que puedes decirme lo que quieras y…

—¡Dios mamá! ¡es Matt!, ¡mi jefe de algún modo!, nuestro vecino y padre de los niños —dije intentando no reír. Todo lo que me encanta de Matt es lo que puede ser de algún modo, lo que impide que la gente se aparte de las personas, normalmente—. Además de un buen amigo, si hay algo entre nosotros es compromiso porque los niños estén bien y más nada.