Capítulo 22

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"Cosquillas"

Mientras que escuchaba a Matt hablar sobre su super fiesta de cumpleaños, la cual sería en dos semanas, me llenaba de valor para invitarlo a la cena de Acción de Gracias. Mamá insistió en que fuese yo la que le dijese y me daba algo de pánico que me rechazara. Aunque era una tonta cena. No quería que me rechazara.

—No me estas escuchando —masculló Matt mientras encendía el horno. Me dio tanta gracia. Que culito precioso tiene.

—No, llevas casi dos semanas hablando de lo mismo, ya me sé de memoria tu querida fiesta —dije mientras movía las piernas, estar sentada en el mostrador me daba una vista preciosa de mi Matt.

—Me hieres —bromeó y se puso entre mis piernas y por Dios ¡me lo como! ¿cuántas veces debo decirlo para que se haga realidad? La sombra de la barba, las ojeras que poco a poco lucían menos marcadas. Que sexy.

—El libro te está afectando —dijo Matt sonriente— ya tienes complejo de Jud. ¿Qué sigue además del carácter español? ¿sexo con extraños?

—No me vendría mal —dije intentando no reír.

—¿Disculpa? —dijo mientras se apartaba de mí y abría la nevera. En este instante necesitaba meterme un cubito de hielo para poder calmar un poco el fuego que llevo dentro. Solo un poco. Tomó los vegetales y me indicó que fuese con él. Los niños se veían tranquilos, relajados en sus cómodas pijamas sobre el sofá y con la enorme nueva pantalla plana que Matt compró. Si el anterior era grande, este lo duplica. Según él, quería tener un cine en casa y ver a los chicos disfrutar de sus dibujos a gran escala y con mayor calidad. Mamadas de gente con dinero.

Mientras Matt me explicaba cómo preparar el pesto para los fideos mi loca imaginación voló. Me moría por verlo preparar el pavo con mamá, necesito que este en esta cena, de verdad.

—Matt —lo llame—. Mamá me ha preguntado si quieren pasar Acción de Gracias con nosotros. Ya sabes que ama cocinar y cuantos más seamos, mejor.

Matt se rió y acercó.

—Nunca celebré eso, Anna —dijo serio. Auch. Acababa de batearme. Lo miré con poca gana y decidí no preguntar el por qué. Aunque me estaba muriendo por hacerlo—. Mi familia es toda de Latinoamérica y en la mayoría de sus países no se festeja así que continúo con esa costumbre. Pero si quieres, puedo ir. Me apetece una cena de tu madre, desde hace tiempo. La última gran cena fue colosal.

Me reí. La última gran cena fue la que tuvimos con Scott y su mamá, en septiembre.

—En verdad quiero que vengan, es bastante aburrida por lo regular —confesé— pero si no te sientes a gusto, lo entenderé.

—Entonces estaremos ahí, nena —dijo relajado desde su lugar— hubieses empezado con un "quiero que" y estaría ahí sin pensarlo.

Me reí casi en una carcajada.

—¿Ahora debo mandonearte? —pregunté divertida.

Matt suspiró.

—Aquí entre nos, me prende que me mandes —confesó— me gusta la rudeza en petitorios como esos. Exigirme ir a ver a tu madre, Dios, que excitante ¿¡comer su comida!? Creo que he acabado un poco.

—¡Que asco Matt! —grité mientras reía.

Pasamos una cena grandiosa. Era la primera vez que Tris probaba la Coca-Cola y los fideos con pesto. Había quedado igual de fascinado que sus hermanos y me sentía orgullosa de ello. Matt se había lucido con el pollo, en verdad no parecía una creación culinaria de Matt, pero lo era.

Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora