Capítulo 48

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Este capítulo es relatado por Matt.

Ya pasaron cuatro semanas, la han operado ya dos veces de urgencia y se supone que hoy, al estar estable, arreglaran todo lo que falta aunque por como está, no esperan mucho.

No se ha despertado, no tiene actos reflejos y aunque está en un coma inducido parece muerte cerebral. Máquinas respiran por ella y todo lo hacen por ella. Es doloroso.

Su familia está devastada, no hay momento en que su madre no llore y apenas podemos cruzar palabras. Ellos no culpan a nadie, pero yo me siento responsable, no la cuidé como debía y eso me está matando aún más. Si Anna muere, no solo voy a perder al amor de mi vida, perderé todo.

—¿Quieres ir a ducharte? —preguntó Alex— o a comer.

—Comí ayer —respondí, acomodándome en el sofá para dejarle un lugar.

—Anna es fuerte, va a salir de esta ¿sabes? Pero deben tener fe y estar mejor de ánimo. Lo que nosotros sentimos a ella le afecta, está dormida, no muerta.

Miré a Alex, era la única persona que no lucía como un desastre.

—¿Crees que sobreviva? —pregunté, al borde del llanto.

—Por supuesto, es mi hermana, debe hacerlo.

Alex es fuerte. Lo admiro, porque yo no puedo.

Winona, la mamá de Anna, trajo algo para almorzar, su esposo la obligó a dejar el hospital y que descansara al menos un día y se ve mucho mejor.

—¿Cómo está su orina? —le pregunto a Alex, mientras comían.

—Bien —dijo, levantando la bolsa llena de pis— hay mucha y está limpia.

—¿Qué significa eso? —pregunté, mientras comía un sándwich de pollo.

—Si los riñones fallan, significa que todo comenzará a fallar —explicó Winona— pero Anna es fuerte y hace mucho pis y muy limpio.

—¿Cuando la llevan para cirugía? —preguntó Alex.

—En media hora —dije rápido— ¿puedo ir a ver a los niños y ducharme mientras la operan?

—Por supuesto Matt —dijo Winona, pasándome una lata de Coca-Cola— apenas suceda algo, te llamaré, pero ve a ver a esos niños que deben de estar volviendo loca a tu madre.

Respondí con una sonrisa e intenté no imaginar un escenario catastrófico mientras yo no esté. Porque si muere y yo no estoy no podré perdonarlo, ni ella.

—Buen provecho —dijo el doctor— ¿cómo están?

—¿Cómo está ella? —preguntó rápido, Winona.

—Anna está muy bien —dijo, entrando a la habitación— sus análisis dan un muy buen panorama, las últimas dos cirugías las atravesó muy bien pero si seguimos esperando, corre riesgo de una infección en su hombro y puede perder el brazo.

—¿Es porque estamos comiendo aquí dentro? —pregunté.

—Oh no —dijo rápido el doctor— está lo suficientemente bien cubierta como para que ustedes o nosotros le afectemos, el problema es interno, muchos de los vasos sanguíneos de su brazo murieron y si más esperamos, más van a morir y...

—¿Qué es lo peor que puede pasar? —preguntó Alex— la hemorragia interna fue arreglada, su corazón está mucho mejor, no entiendo los riesgos de esta operación.

—Alex, todas las operaciones tienen sus riesgos. El corazón de Anna sufrió una taponada que la debilitó muchísimo, tanto, al nivel de que la más mínima intervención puede generar nuevas complicaciones y si bien no tuvimos problemas con las otras cirugías, esta es más riesgosa porque requiere más tiempo, debemos quitar la bala y reparar todo sin que haya una hemorragia que le exija tanto al corazón que le pueda provocar un infarto.

—¿Es necesario hacerla? ¿vale más arriesgar su vida por un brazo que el hecho de que se muera? —pregunté, desesperado.

—Matt, si no sacamos la bala, arriesgamos aún más su vida que al sacarla —explicó el doctor— les daremos unos minutos más para... y luego vendremos a prepararla para cirugía.

Ya no sé qué pensar, o cómo estar, simplemente no lo sé.

Continuará...

***

Anna es una luchadora! 

Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora