Capítulo 39

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¡¡SORPRESA!!

Este capítulo está narrado desde la perspectiva de Matt.

Matt

La vida de adulto es un asco. Increíble que me haya dado cuenta cuando ya tengo un empleo con doble carga horaria, tres hijos, un divorcio en desarrollo y una relación amorosa frustrada. Que gran momento para darme cuenta.

Desde la fiesta y la meticulosa frase de Anna de "dejar las cosas fluir" no he podido dormir, ¡con lo valioso que es dormir en esta casa! Pero no puedo dejar de pensar lo que quiso decir. Y no quiero ser obsesivo, pero ¿es normal después de un te amo que alguien te diga "dejemos las cosas fluir"? O sea, sé que es media hippie pero no esperaba esa respuesta. ¿No me ama y no quiere decirlo? ¿o me ama pero no quiere decirlo?

Encendí la radio y como si fuese poco, One Woman Man de John Legend sonaba. No me suicido porque quiero mucho a mis hijos, pero si fuese por el destino tendría que estar tirado en las vías de algún tren esperando ser despedazado. Muy exagerado. Pero el amor no es para mi.

Tomé el teléfono, ningún mensaje relevante, pero Anna por sus publicaciones parece estar pasándola muy bien en la "noche de latinos" en el bar donde trabaja ¿y si está saliendo con alguien más y no quiere decirmelo porque tiene miedo de herir aún más mis sentimientos? Debo de dejar de hacerme estas preguntas, Anna es muy transparente, algo así me lo diría... o no. Mierda. ¿De nuevo?

No tendría que sorprenderme si me dejó, es decir, fui yo quien la echó de la casa sin motivo alguno un día, no le respondió durante una semana y después pretendí volver a su vida como si nada, pero ¿que ya salga con otro? Merezco ser dejado, no reemplazado. Seguramente su nuevo novio no sepa cómo le gustan los huevos o que temperatura debe de tener la tina para que ella se de un baño. Inútil.

No debe de salir con otro. Anna no es alguien de citas. ¿O si?

El teléfono sonó. Es Anna. Realmente funciona la ley de atracción.

—¿Qué haces despierto a ésta hora? —gritó Anna, desde el otro lado de la línea, borracha.

—¿Qué haces tan ebria a ésta hora? —dije preocupado.

—Mi trabajo... —dijo enredada. Está realmente ebria.

—¿Tu trabajo es ponerte ebria? ¿empezaste a salir en un reality y no me enteré? —dije divertido.

—¿Qué haces despierto a ésta hora? —insistió.

—No puedo dormir.

—¡En unas horass entras a trrabajar! —gritó molesta del otro lado. Dejó de ser mi novia para ser ¿mi madre?

—¿Estás bien? —dije preocupado, al sentir silencio de golpe.

—Mira... yyyo ahora iré a mi cassa ¿vale? Y mañana llevo a los niñoss a la esscuela —dijo concentrada.

—Yo puedo llevarlos, con suerte despertarás a las ¿doce, una de la tarde? —dije entretenido.

—A que no —respondió rápido.

—¿Quieres apostar?

—Vale —dijo con tono travieso— ssi yyo estoy lista a lass ssiete iráss sin ropa inte... interior al trabajo.

Ambos reímos divertidos. Es tan maravillosa. La extraño.

—Y si no estás lista para las siete, irás a cenar conmigo y los niños a Denver.

—Acepto —dijo rápido— eress un perdedor.

Apenas dijo eso, cortó.

Nunca desee tanto algo como el simple hecho de que Anna siga durmiendo. No solo por la cena, sino porque no quiero confiarle mis hijos a alguien con resaca. Es decir, son las cuatro de la mañana, es biológicamente imposible que esté lista para las siete. Pero si pensar eso la hace feliz, ¿quién soy yo para negárselo?

Las horas pasaron, eran casi siete treinta y no recibí ni un mensaje de Anna. Me preocupa un poco, seguro debe de estar muy dormida o vomitando hasta lo que comió hace dos navidades. Además ahora debo pagar una cara cena.

Los niños ya están en el jardín, yo en mi oficina y después de hablar con Alex, Anna se encuentra en el hospital mientras le administran suero. Lo de ayer fue caótico por lo visto.

Y respecto a mi oficina, la odio.

Odio los espacios blancos, lo único de color en esta habitación que no es monocromático es un maldito cuadro con una horrible flor que está frente a mi.

Estoy a un paso de la locura, si ya no estoy en ella.

Hace un tiempo, cuando me ascendieron recibí no solo esta horrible oficina sino que también una asistente que tiene sexo telefónico con extraños y yo escucho todo esto.

No solo me genera traumas psicológicos, sino que apenas puedo verla sin reirme y hoy tenemos una reunión con la directiva. ¿Cómo mirar a alguien que pone acento español para decir "así papi... azotame"?

La reunión salió bien, recibí varios mensajes de Anna riéndose de su noche lo cual calmó muchas de mis dudas pero las doce llamadas perdidas de Pamela simplemente amargaron mi noche.

Sé, que por consejo de mis abogados no debo responder nada de ésto, pero no solo me enojan sus insultos, es su madre, ¿realmente quiere verlos? ¿entonces por qué se alejó? Intentando olvidar las estúpidas preguntas y aprovechando que aún el mercado está abierto, debo pasar por frutas y verduras. También debo comprar pañales, toallitas y una larga lista de cosas, además Anna accedió a reemplazar nuestra cena en Denver por comida china, así que tengo muchos mandados que hacer.

Duché a los niños, me duché yo, limpie la casa y esperamos la llegada de Anna. Me emociona, mucho, pero a la vez estoy feliz. Sigo sin entender que es dejar fluir. Tal vez sea darnos espacio y extrañarnos. Cualquier cosa que sea, estoy dispuesto a hacerlo. Todo sea por ella.

***

Aló!! Les gustó la sorpresa? Me comentan por fis, no sé si se va a repetir, pero me sirvió, siento que ahora escribiré a Anna con más pasión y detalle!

Los leo!!

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Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora