Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.

Capítulo 35

"Tensión" p2

De camino a la cafetería el silencio nos comió vivos, incluso comenzó a dolerme el estómago de los nervios. No fue recién en el atasco enorme que comencé a sentirme un poco mejor.

—¿Música? —preguntó Matt, rendido ante la cantidad de autos que trancaban el camino. Asentí con la cabeza. Tal vez un poco de música amance esta tensión. Oh no. En la radio sonaba una canción en español que sé de memoria todo lo que decía, y sí, eso dolía. Disfruto de Carla Morrison debe de ser la canción más linda de todas, pero a su vez, de las mayores torturas si estás en nuestra situación. Esta canción la ponía Matt cada vez que íbamos de compras.

"Quiero darte un beso

Perder contigo mi tiempo

Guardar tus secretos

Cuidar tus momentos

Abrazarte

Esperarte, adorarte

Tenerte paciencia

Tu locura es mi ciencia"

—¿Qué canción eh? —dijo Matt, mirando los autos.

Pues sí.

—¿En dónde trabajas? ¿en algún club nudista? —dijo Matt, intentando romper el hielo.

—Sí —respondí irónica. Qué imbécil.

—Qué humores manejas —respondió tranquilo.

—Oh disculpa por no estar feliz en un atasco, nunca viví nada tan divertido —dije, y me fundí sobre el asiento. ¿En serio? ¿después de tratarme como basura viene y se hace el tonto?

—Pues yo lo estoy pasando bien —dijo, y logró avanzar un poco— ¿te quedarás esta noche con nosotros?

¿De verdad? ¿tanta cara de idiota tengo?

—Si dejas que los niños se queden en mi casa claro que me quedaré con ellos —dije molesta.

—¿Y yo qué hago toda una noche solo?

—Eso no es de mi incumbencia, Matt.

Matt se movió como para decir algo, pero se arrepintió. Punto para mi.

Después de literalmente casi dos horas, llegamos a Pocket Coffee, esa cafetería es demasiado hermosa, lástima que queda en la otra punta.

Después de tomar nuestro pedido y que un universitario con cara de pocos amigos se peleara con los fotógrafos de las mesas para que abandonen el lugar, disfruté de mis galletas en silencio, sinceramente, si Matt estuviese así de callado y calmado todo el viaje, tal vez, algún día, decida considerar perdonarlo.

—¿Qué le habrá pasado a la rubia que atendía aquí? —preguntó mirando hacia el mostrador.

—Escuché que anda medio desaparecida por ¿europa? No terminé de entender, solo sé que su novio es un imbécil —dije y bebí de mi jugo de naranja— no me sorprende.

—¿Así que somos todos imbéciles? —dijo Matt, ya mirándome.

—Sí —respondí rápido.

—¿Y por qué? —preguntó Matt, divertido pero serio a la vez.

—¿Echar a tu novia sin motivo alguno de tu casa y después no devolver sus mensajes durante días no te vuelve imbécil? —dije burlona. Si quiere discutir, espero sea consciente de que va a perder y no planeo ablandarme. Lo que me hizo me lastimó y ni diez millones de rosas, doce viajes a París o cualquier cosa en este mundo harán que lo perdone.

—Necesitaba pensar —dijo rápido— y sé que no fue la forma correcta de pedirte espacio pero realmente lo necesitaba.

Lo miré atónita. ¿En serio?

—Que bien que hayas pensado, yo también lo hice —respondí enojada.

—Anna...

—¿Qué? Realmente lo hice —dije y lo miré seria— ahora sé que no te quiero en mi vida.

Eso sí fue cruel, muy cruel. Pero era verdad.

—¿Quieres escuchar lo que tengo para decir? —dijo Matt, serio y con sus ojos llorosos.

Mierda ¿me excedí? Asentí con la cabeza.

—Tatiana apareció —dijo dolido, con sus ojos concentrados en mi— y no sabía que hacer, Anna, es la madre de mis hijos y quiero lo mejor para ellos.

Wow.

—Lo siento Matt, no lo sabía...

—¡Por supuesto que no lo sabías! ¿cómo se supone que debía decirle a mi novia que apareció la madre de mis hijos y me rogó volver a casa, donde tú estabas cuidando a los niños y esperándome? No quería lastimarte, de verda...

—Lo hiciste de todos modos —respondí seca— querías tiempo para ¿qué? ¿pensar con quien quedarte? Matt, por favor, ¿tienes cinco años que no puedes tomarte un sentimiento en serio?

—¿Acaso me estás escuchando? —dijo Matt, molesto— no se trata de elegir entre alguien más y tu, se trataba de no hacer lo incorrecto. No sabía como decirtelo...

—¿Cómo decirme qué? —dije, y me reí irónica— ¿que apareció tu ex? Oh sí, seguramente era peligroso, ahora quiero asesinarla ¿cómo osa aparecer frente a mi hombre? —contesté burlona.

—No me estás entendiendo —dijo molesto.

—Oh no —dije aún más divertida— ¿quieres que te felicite? Oh sí, por supuesto que quieres que te felicite —hice una pausa y lo miré— querido Matt, gracias por no engañarme, respetaste el punto más básico de nuestra relación ¡gracias!

Matt no respondió, solo me miraba.

—Y sabes, gracias por hacerme dar cuenta que eres un imbécil. Gracias por no responder mis llamadas y tampoco preguntarte si estoy bien —dije y me paré— gracias por el desayuno, realmente aclaraste todas mis dudas respecto a nuestra relación. Eres un imbécil, y espero que tú y tu extraña ex arreglen todos sus problemas, estoy y estaré disponible para los niños, pero por favor, evita llamarme si no es por ellos. Adiós.

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Que onda?? esto se pone cada vez más picante uwu

Pocket Coffee es la cafetería de La fuente de los deseos, si aún no leyeron esa historia, vayan a por ella, es realmente de lo mejor.

Por otra parte, no puedo participar en los wattys 2020, es triste, pero la historia debe de estar completa y si bien falta poco para su fin, tampoco es tan poco lo que falta.

los leo, por fis voten y comenten! Besos