Capítulo 45

6.5K 428 22
                                    


Pomelo o Carmela

Las cosas son normales. Todo está normal pero yo me siento rara. Estoy tan segura que me congestiono tanto con lo del embarazo que me volví un poco obsesiva. Pero mi menstruación sigue sin aparecer, mis senos duelen cada vez más y tal vez sea que tengo tantas horas libres por la tarde que me atraco con comida. Pero eso no es normal.

Así que hoy tomé posiblemente la mejor —o peor— decisión de mi vida.

Después de dejar a los niños Matt me dejó en la Universidad pública de la ciudad. Estoy nerviosa, pero esto me ayudará a no pensar tanto en el nombre del bebé que nunca fue o cosas así. Así que sí, me anotaré para hacer la carrera de maestra.

Va a ser difícil ya que tomaré la modalidad semi presencial pero no me molesta estudiar por las tardes en la casa, además tengo todo el verano para preparar las pruebas. No puede ser tan malo.

—Casi nadie se anota para ser maestra —dijo la chica de la recepción.

—¿Es una carrera muy difícil? —dije intentando parecer simpática.

—No, solo que es difícil conseguir trabajo luego, la mayoría de maestros vienen de las Universidades privadas —dijo sin mirarme.

Casi dos horas de papeleo después ¡ta da! Estoy inscrita para poder hacer algo con mi vida más que comer como un animal muerto de hambre.

Aprovechando que estoy por el centro y aún me quedan dos horas libres antes de ir por los niños, decidí ir a dar un pequeño paseo por la ciudad y tal vez hacer algunas compras.

Entré al mundo de los juegos y ahí estaba. Oh por Dios. Sigue exactamente igual. Solo que muy embarazada. Pamela, la mamá de los niños. Embarazada.

Intenté escabullirme en la tienda pero, convengamos que no es muy útil ya que por negra, siempre tengo alguien persiguiéndome.

—¿Analía? —dijo al verme. Verga. —Pamela, tu antigua vecina, tal vez no me recuerdes.

—¿Pamela? Oh si, claro que te recuerdo —dije rápido, verga, mierda, ¿por qué?

—Que genial cruzarme una cara conocida —dijo mientras se tocaba el vientre— ¿Matt y los niños siguen viviendo por allí?

La miré confundida, ¿en serio?

—Oh sí, es raro, una mamá que abandona a sus hijos y luego pregunta por ellos, pero estoy intentando recupe...

—No tienes que darme explicaciones —dije rápido— sí, siguen viviendo ahí. Yo los cuido mientras su padre trabaja doble turno para intentar cubrir las necesidades de una familia y bueno, ¿algo más? Estoy bastante apurada.

—Oh bueno, mándale saludos de mi parte. Realmente los extraño, a todos —dijo rápido— solo quería aprovechar para decirte que a veces, las cosas no son como parecen y sé que parezco la mala, pero hay un motivo detrás de todo esto.

Pamela se apartó con un tipo muy, pero realmente muy parecido a Matt y siguieron con sus compras.

Qué momento. Pero no puedo pensar en eso. Debo pagar estos juguetes e irme.

—Si a cuatro, le sumas cuatro y más cuatro ¿cuánto es? —dijo Tommy, mientras disfrutaba de sus verduras.

—Sumá —dijo Tabs, de forma obvia.

—A ver —dije separando cuatro cubos de papa en mi plato— ahora tú separas cuatro, y Tabs también, luego las contamos y descubrimos cuánto hay en total, ¿te parece?

Mientras Tommy contaba, Tris, contento, empezó a sacudir su cuchara alegre. Hace un tiempo comenzó a ir a la psicopedagoga de la escuela debido a su constante silencio y pocas palabras. Y sí, sigue en silencio, pero está más alegre y bueno, me pone muy feliz.

—¡12! —gritó Tommy, al terminar.

—¡Muy bien! —dije felicitándolo— ¿están aprendiendo a sumar?

—Sí, y restar —dijo Tabs— y es muy fácil.

—¡Fácil! —gritó Tris.

Todos lo animamos, no hay nada más hermoso que escucharlo hablar entonces siempre que algo dice, todos lo festejamos. No sé qué tan bueno sea, tal vez se sienta más perturbado, pero al menos demostramos nuestro apoyo.

Fue una buena tarde, ayudé a los niños con su tarea, jugamos con agua mientras arreglaba el jardín y cocinamos la cena para Matt, que sí, quedó horrible, pero la cara de felicidad de Matt al ver los macarrones nada lo quita.

—Tal vez quedaron muy lechosos —dije terminando de comer.

—Quedaron perfectos —dijo Matt— por cierto, que bien quedó el patio, ¿dónde compraste esas flores?

—En el centro —dije ayudando a comer a Tris— también le traje unos regalos a los niños —dije, acordándome de lo sucedido.

—¿Qué? —dijo Matt, mirándome curioso-divertido.

—Vi a alguien —dije, concentrada en el plato.

—Si sales a la calle seguramente veas a muchas personas —dijo, mientras Tabs lo miraba y asentía a las palabras de su padre.

—Escúchame, vi a alguien —dije acentuando la palabra alguien.

Matt me miró, intentando descifrar ese alguien. Sus ojos se abrieron rápidamente, y me miró diferente, entre divertido y sorprendido. Sin emitir sonido, sus labios se movieron formando la palabra "Pamela" aunque perfectamente podría ser Pomelo o Carmela.

—¿Dónde? —dijo ya siguiendo el hilo.

—En la juguetería —conté, como toda vieja chismosa— con una panza enorme.

—¿Panza? —dijo Matt, sorprendido— cuando la vi la otra vez no tenía nada, bueno, convengamos que la vi sentada en una mesa con abogados. Pero que raro.

—Para mi no es raro —dije rápido— se puso muy hormonal y recordó que tenía tres hermosos perritos que había abandonado y le entró la culpa por conseguir uno nuevo.

Matt me miró y sonrió. Tal vez fue muy cruel, sí, pero era la verdad. Nadie abandona a sus hijos, menos cuando los criaste durante cinco años. ¿No querías tenerlos? Está bien, se entiende, pero conociendo a Matt no es alguien quien te obligue a tener hijos, hubiese entendido perfectamente un aborto, ¿pero abandonarlos y después volver como si nada? Eso es ser mala persona.

—Quiero más queso —dijo Tommy, interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Trabajas hoy? —preguntó Matt, mientras le ponía queso a Tommy.

—Mañana cariño, es la gran noche —dije tranquila y feliz, desde mi silla— la afronight.

—Será una gran noche —dijo Matt, contento— iría a verte pero no es mi lugar.

—Te recibiríamos —dije riendo— pero eres muy blanco.

***

Buenas!! Estoy con reposo, así que estaré subiendo muchas cosas. Saludos!!!

Voten si les gustó, comenten y por favor compartan!!!

Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora