Capítulo 9

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"Matt"

¿Qué había pasado el domingo? Realmente no lo sabía.

Alex se enojó porque perdí su chaqueta, Scott no me habla desde ese entonces y Matt me dio la semana libre, ¿quería averiguar lo que había pasado? No, no realmente.

Qué linda forma de despertar esta, pensando en que todos están molestos o que me podría quedar sin trabajo, pero eso ya no era una preocupación, ya que esta mañana Matt se ofreció a llevarme con la excusa de que la mañana del lunes no trajo a los niños a clase y por eso, me tuve que ir a bicicleta, hoy no me negué ya que no quería repetir la mañana de ayer y mucho menos llegar media hora antes y dormir en clase, además debía de saber porque tenía la semana libre.

Me puse un vestido/camisón color gris gastado hasta las rodillas ya que el día me lo permitía, amaba los días de sol y mucho más los días de calor. Aunque este no me favorecía mucho por las trenzas flats que me había hecho papá pero aún así no me molestaba como me veía y eso, que hoy era clave como me viese, tendríamos a un profesor de actuación para ayudarnos a preparar nuestra primer presentación teatral y tenía que lucir relajada pero no tanto, existían posibilidades de que se fijara en mi talento y la buena imágen es esencial.

Desayuné sola como solía hacer cuando tenía tiempo de sobra y pequeños recuerdos de mi bailando como una loca en el bar se vinieron a mi mente, aún me pregunto como ningún chico me sacó a bailar, digo, no soy una modelo pero esa noche me veía demasiado bien cómo pasar desapercibida. Tal vez Scott se había molestado conmigo por eso, porque estuve luciendo como una loca sin control mientras el tocaba, pero no me importaba, no iba a rogarle que me hablara y mucho menos que me diera explicaciones.

Luego de cepillarme los dientes y cuestionar cómo me veía reiteradas veces salí por fin a lo de mi vecino y golpee su puerta tres veces, como de costumbre, pero esta vez había un silencio matador, no se escuchaba un solo grito. Algo había pasado.

Un Matt en pantalones ajustados, sin camiseta y con el pelo empapado me abrió la puerta sonriente y me invitó a pasar; la casa estaba desierta.

—Perdón que te reciba así —dijo dirigiéndose a su habitación— pero siempre me tomas en la ducha, o cuando salgo de ella.

Ojalá fuese en sentido literal Matt, pensé para mis adentros mientras me dirigía a los sillones y observaba la limpieza de la casa, lo silenciosa y triste que se veía sin los niños, realmente los extrañaba y eso que solo van cuatro días sin verlos.

Mientras que mi jefe se tardaba más de mil años me senté en el cómodo sofá y recordé la noche que pasé con Scott y como me prometí detener lo que pensaba de Matt. Un dolor de estómago apareció de la nada haciendome sentir de la peor manera posible y no entendía por qué. Si, soy una chica exagerada, de eso no hay dudas, pero no estaba mal pensar que alguien era guapo, es decir, simplemente pensaba que era guapo, no pensaba más nada sobre él. Simplemente era atracción física y nada más, no esta mal.
Tiré mi cabeza para atrás y me quedé mirando el techo, la gente solía pensar en la ducha, yo lo hacía en los sofás; eran cómodos y absolutamente no vaporosos, el lugar perfecto.

Por fin, después de cinco minutos más, Matt apareció con un look completamente diferente; llevaba unos tenis estilo deportivo, pantalones grises sueltos, una camiseta blanca, parecía mí padre cuando decidía hacer limpieza de jardín. Lo miré extrañada y él simplemente río.

—No puedo ir a buscar a mis hijos como si fuese al antro —se paró en la puerta a esperarme—. No ando vestido de fiesta siempre, no soy como tú.

Me paré rápido y esperé a que me diera la señal y me salí de la casa y no me aguante; —Primero, es un vestido de algodón, no es un vestido de fiesta —me voltee y lo observé cerrar la puerta— y segundo, ¿los niños?

Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora