Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.

Capítulo 18

"Tetas"

—Tyler es gay —dijo Lucy con tono de decepción.

—¿Quién te lo dijo? —dije sacándome.

Lucy me tiró el bra y se tiró en la cama; —La otra noche cuando fuimos al bar de Nicholas se besó con varios chicos —contó triste— y Dios, sé que él tiene sexo con cualquiera. Yo tengo sexo con chicas y chicos también pero el me dijo que prefería a los chicos Anna, ¡prefiere a los chicos!

Continué vistiendome intentando pensar en algo reconfortante para decirle a mi amiga, la verdad era muy evidente la orientación sexual de Tyler y enamorarse de él iba a ser solo para sufrir.

—Tal vez solo los prefiere sexualmente —dije secándome los pies— y bien dijiste, ha estado con chicas y chicos así que gay no creo que sea cari.

Tomé el uniforme de porrista barato y me lo puse con cuidado, estaba destrozado ya que debía verme como porrista zombie y aunque parecía más una nudista zombie seguí vistiéndome.

—¿Tu crees que sea gay, Anna?

Sí.

—No lo sé Lucy, yo creo que no deberías preocuparte. Si el destino los quiere juntos, de ley estarán juntos. —Terminé de meterme en las pantimedias.

—Gracias por ser mi amiga, Anna —dijo tranquila desde la cama.

Sonreí y me tiré un rato a su lado. Lucy y Amy se habían apartado y sinceramente, prefería estar con Lucy por más que fuese tan pesada y cariñosa, al menos era más natural que Amy.

Media hora más tarde estaba siendo maquillada por una Lucy un poco más contenta. Me divertía con ella. Nunca había tenido una amiga, Scott siempre cubrió todos los puestos y poder hablar con alguien que me entendiese y no me celara por cada palabra que decía se sentía lindo, distinto.

—¡Serás la zombie más ardiente! —dijo feliz mientras ponía una sombra verde sobre mis pómulos.

—Con esta panza seré la más redonda —comenté riendo.

Lucy puso los ojos en blanco y siguió trabajando.

—¿Qué te tiene tan feliz? —preguntó deteniendo su trabajo.

—¿Eh?

—Hace días estás distinta Anna, y me encanta, no sabes cuan blancos son tus dientes y lo bella que es tu sonrisa pero me resulta raro. —Retomó su trabajo—. Me acostumbre a la Anna que no tiene cara de nada y su expresión dominante es el pánico-enojo.

Una sonrisa se me formó instantáneamente, sí, estaba feliz pero no sabía porque. Bueno, sí sabía.

—Estoy feliz —dije distraída— y realmente no sé porqué.

Me miró, miró y miró hasta que sonrió satisfecha. No, no sabía mentir. Mi nariz se ponía como el culo de un pimiento cuando lo hacía y era fácil detectar la mentira.

—Maldita mentirosa —canturreo mientras seguía su trabajo.

Sonreí y dejé que esta siguiera con su trabajo. Confirmé que era la mejor del mundo cuando no insistió para que se lo dijese porque me respetaba o simplemente, ya lo había deducido.

—¿Irás disfrazada de gato? —pregunté terminando de arreglar las trenzas. Mantenerlas durante tanto tiempo hacía doler la cabeza pero a Matt le gustaban, y eso me gustaba.

—Soy un puma —dijo mientras maquillaba su nariz.

—¿Y los pumas no son gatos? —La miré divertida.