Babysitter || COMPLETA Y EN EDICIÓN.

Capítulo 8

"Idiota"

Hoy era domingo y los días habían pasado tan lento que parecía que lo hacían para que solo me torturara la culpa cada vez más. La noche que Scott pasó aquí fue la peor de mi vida y no solo por lo que sucedió con él, sino porque mi mente ya se estaba encaminando de mala manera respecto a Matthew. No sé porque mi cabeza llegó a las imágenes de Matt ni tampoco iba a averiguarlo, pero sí detendría todo esto ahora ya que cargaba con un peso sin sentido.

Scott se había tomado bastante bien la mentira que me había montado pero yo no, me sentía tan culpable de no poder decirle la verdad, pero hombre, le llegaba a decir que estaba pensando en Matt mientras el me tocaba y este iría a matarlo o vaya uno a saber qué podría hacer.

Cuando terminé de ducharme y luchar con mi cabello bajé en mi pijama de invierno ya que el clima estaba helando por aquí y la casa era una morgue. Estaban todos desayunando en la mesa de la cocina pero yo solo pude pensar en acostarme en el sofá a llorar, o algo por el estilo así que tiré mi cuerpo en el sofá y me quede mirando el techo.

Qué tienes Matt, que estás haciendo conmigo.

—Cariño, nena, ¿qué sucede? —dijo mamá mientras se acercaba— ahí está el desayuno y no lo haz ni mirado.

Mamá interrumpió rápido mis pensamiento y se terminó de acercar, me senté rápido, ni siquiera fue necesario que dijese una palabra más que ya tenía sus brazos a mi alrededor y una Analía fuerte aguantando las lágrimas. No iba a llorar, no frente a ellos, no aunque me estuviese muriendo por hacerlo, cuando lloro no me controlo y digo todo, así que no podía dejar que eso pasara. No esta vez.
El abrazo continuó durante casi un minuto y yo agradecía que éste siguiera porque traía todo lo que me faltaba; paz.

—Ahora dime que sucede —dijo separándose de mí— ¿chicos? ¿Scott te hizo algo la otra noche? ¿pasó algo con otro chico que no te haya gustado?

La miré con mi mejor cara de loca, ¿en serio estaba poniendo en duda a alguien que era casi como mi hermano?; —Acabas de decir una burrada. Nadie me hizo nada, solo no estoy feliz mamá, es solo eso —dije rápido intentando sonar relajada.

Su rostro cambió a uno muy preocupado, en serio era la mamá más exagerada. Extendió sus brazos y no dude en ir hacia ellos. Hay veces que es mejor no hablar, somos seres humanos, no funcionamos a través de palabras, funcionamos a través de acciones, la tristeza se puede curar con un simple beso, sin necesidad de que existan palabras entre medio. Esta vez mis problemas encontraron un lugar en los brazos de mi madre y la solución a estos estaba aquí, en sus brazos. Luego de un rato me separé de ella y le regalé una sonrisa.

—Es una tontería de chicos de la cual prefiero no hablar —dije amablemente.

Mamá asintió poco conforme con mi decisión pero la respetó completamente. Se quedó conmigo hasta que tomé fuerzas para ir a desayunar con mi familia, lo cual sabría sería una tortura porque no tenía hambre y tampoco ánimo para hablar con ellos.

Aunque pude pasar media mañana bastante bien aún me sentía bastante mal y mamá decía que estaba siendo egoísta ya que hoy se cumplía fecha de la muerte de los padres de Alex, y sí, tenía razón, estaba siendo egoísta. Así que para comprender a mi hermano y aliviar el dolor de ambos, lo invitaría al bar donde Scott y su banda tocarán esta noche, habra alcohol, mujeres para mi hermanito y con mucha suerte, encontraría una distracción para mí.

—Entonces, ¿vienes? Casi no hacemos cosas de hermanos —dije mientras secaba los trastes que Alex me pasaba— y se que hoy no es una buena fecha para ti y quiero que estemos más unidos en momentos así.