Capitulo 119- You deserve everything

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Narra ______:

Zayn me ordenó que no hiciera ruido cuando entramos a su casa, así que entre mis pensamientos confusos, pensé que sería buena idea quitarme los tacones para ser tan silenciosa como un ninja. Tal vez tardeé un poco más de lo esperado, ya que Zayn hizo un sonido de exasperación antes de pasar uno de sus brazos por debajo de mis piernas y el otro como soporte en mi espalda. Mi piel se erizo cuando su mano rozo mi espalda desnuda. Podía sentir mi sangre hervir mientras era bombeada a través de cada maldita vena en mi cuerpo. Mis manos fueron por instinto alrededor de su cuello. Él se sobresaltó ante mi toque.

-Tus manos... están frías- murmuró desconcertado.

-Lo sé.

-Pero tus manos siempre han sido cálidas- alegó.

-Pensé que no querías hacer ruido- susurré en su oído.

Su cuerpo visiblemente se tensó, haciendo que mi corazón saltara descontrolado en mi pecho. Me miró, con la ligera luz del pasillo alumbrándonos, y sonrió con tristeza.

-Has cambiado- dijo y tuve la sensación de que se lo decía más a si mismo que a mí.

No respondí.

Subió las escaleras con cuidado y haciendo el menor ruido posible. Me pregunté si sus padres ya estarían acostumbrados a que su hijo llegara a casa hasta tarde, ya que la mayoría de los padres que conozco se desvelan hasta que sus hijos lleguen a casa.

No los míos.

Me bajó con gentileza tan pronto llegamos a la puerta de su habitación. El recuerdo de hace meses atrás, cuando me enfermé lo suficiente como para que Zayn se sintiera con la necesidad de llevarme cargada hacia mi habitación llegó a mi mente.

-Tú no has cambiado- susurré.

Zayn me miró con extrañeza antes de abrir la puerta, haciéndose a un lado para dejarme entrar. Encendió las luces tan pronto cerró la puerta, con seguro. Mis ojos recorrieron la habitación, la cual se encontraba igual de desordenada que la última vez que estuve allí. Había un intenso aroma a pintura de óleo y algo mucho más fuerte, parecido al petróleo. Zayn fue directamente hacia su cajonera lo cual me dio la oportunidad de caminar hacia su enorme escritorio para curiosear un poco. Tomé un frasco, el cual parecía ser culpable del mal olor. P 100, estaba escrito con marcador negro sobre su tapa blanca. Lo abrí y lo acerqué a mi nariz, sintiéndome inmediatamente mareada. Un segundo después, una gran mano arrebató el frasco de mis manos.

-No huelas eso, es toxico- Zayn me riñó mientras los volvía a cerrar.

-¿Qué es?

-Solvente- lo colocó dentro de un cajón del escritorio –Lo uso para hacer degradados con rotuladores y... olvídalo, tiene muchos usos pero el último de ellos es para que te pongas más ida de lo que ya estas.

Debí sentirme ofendida porque confundiera mi curiosidad con la intención de volver a drogarme, pero simplemente... me dio igual. Me encogí de hombros y miré hacia una pila de cuadernos ordenados en una esquina del escritorio. Sobre todos ellos se encontraba el mismo cuaderno de cuero negro que abrí hace meses atrás. Lucia claramente más usado que la última vez que lo abrí, sin embrago, parecía mucho más cuidado que los demás cuadernos. Antes de darme cuenta, ya se encontraba entre mis manos. Estaba a punto de abrirlo cuando, como la última vez, me fue arrebatado.

-¡No toques eso!- Zayn exclamó, el pánico claro en su voz.

-Nunca me quisiste enseñar tus dibujos- murmuré.

Just Friends [Zayn Malik & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora