Just Friends [Zayn Malik & Tu]

Capitulo 148 - Smile

Narra ________:

Mi madre me hizo tomar una prueba de drogas.

Ni siquiera sabía que tenia una en casa.

Quiero decir, ¿la compró durante mi corta estancia en LA, cuando fui al retiro? ¿O la compró cuando regresé y se dio cuenta que el retiro en realidad no me curó por completo, sino que solo me dio un punto de partida con el cual guiarme?

Salí del baño y se la entregué. Dio negativo. Solo entonces me creyó. O solo le creyó a la prueba. Esta bien, supongo. Mi padre me llamó esa noche, le juré que la próxima vez le llamaría antes de intentar cualquier cosa. Dijo que lamentaba lo de Emma. Pensé, entonces, que tal vez incluso mi abuela sabía sobre los deseos de Emma. Tal vez toda mi familia lo sabía. Tal vez ellos si la han llegado a visitar. ¿Mis padres lo habrán hecho durante mi ausencia? Probablemente.

No me permití pensar mucho en eso.

Al día siguiente, le pedí disculpas a mis amigas. Me pidieron que no lo volviera a hacer. Las había asustado mucho. Les expliqué lo de Emma. Ellas lucían entre furiosas y tristes.

-Ay, _______. -Val me abrazó- Lo siento tanto, tanto.

No ví a Zayn hasta que terminaron las clases. No mencionó lo ocurrido más que para preguntar si quería hablar sobre eso. Supe que Val ya le había informado lo ocurrido. Le dije que no quería hablar del tema.

Y era verdad, realmente no quería hablar del tema.

Pasaron los días y llegó finalmente el fin de semana.

Pensaba en pasar el sábado haciendo tarea, tocando la guitarra y releyendo El Prisionero de Askaban, cuando escuché el timbre soso de la puerta retumbar por toda la casa. Hercules, mi pequeño y temperamental chihuahua, comenzó a gruñir desde abajo de mi cama. Hice una mueca. Realmente no he sido la mejor dueña para Hercules. Nunca olvido alimentarlo, pero en los últimos meses no he salido a pasear con él. Ahora mantiene el jardín trasero como su palacio personal y me gruñe cada vez que intento jugar con él. A tomado la rara costumbre de dormir bajo mi cama, como alguna criatura diabólica y malhumorada que te mira con odio si intentas sacarlo de su guarida.

Tampoco es como si realmente lo intentara. Una parte de mi esta segura de que me odia por lo que le hice a su dueña original, Emma.

Salí de mi cuarto y bajé las escaleras con los pies descalzos. Usaba un par de shorts deportivos y una blusa de tirantes color purpura. Bastante elegante. No era como si me interesara. Mi madre había salido de casa sin decirme ni siquiera los buenos días. Seguía enfadada conmigo, pero por lo menos ya no me miraba con sospecha cada vez que me dejaba sola en casa. Como si fuera parte de mi plan maestro permanecer sola por tanto tiempo. Me detuve en seco en la planta abaja y fruncí el ceño.

Mis amigas estaban agrupadas afuera de mi casa.

Me acerqué a la puerta y la abrí con expresión cautelosa. Las chicas me examinaron de pies a cabeza. Mariana bufó.

-Les dije que no se lo diría. -se quejó, apartando unos lentes de aviador de sus ojos marrones para colocarlos sobre su cabeza.

-¿Hola? -alcé las cejas- ¿Qué hacen aquí?

-Venimos a secuestrarte. -Mia soltó alegremente, lo cual hizo toda la situación aun más rara. Noté que usaba un lindo vestido veraniego color durazno.

Parpadeé.

-¿Qué?

-Hablamos con tu mamá el día de ayer, ¿no te lo dijo? -Valeria se cruzó de brazos. Llevaba puesta una bonita camisa blanca de botones que parece varias tallas mas grande, junto a unos shorts cortos de mezclilla. Podía notar su brasier color azul marino, el cual se transparentaba por la delgada tela de su camisa- Fuimos a su trabajo al terminar las clases.