Atrapada ||Completa||

21 de Julio de 2013.

Desperté con mi pesadilla hecha realidad, estaba atada, en la cama, y con Erick abrazándome fuerte. Fue el sueño de la otra noche, se había cumplido, aunque no sabía si el suyo de tenerme, o el mío de verme de esta manera.

Me quise mover, intentar zafarme, pero no quería despertarlo, no tan pronto, ver a mi enemigo así de pacífico, era extraño, aunque estuviera de espalda a él, me sentía menos intimidada, pero aun así, me sentía incómoda, asustada. Todavía no terminaba de entender porque estaba atada.

—Buenos días, Nicole.

Se despertó solo y me estrujó más a él, me volteo y lo vi a la cara, el hombre se veía bien recién levantado, me hacía tenerle un poco menos de asco. No era desagradable a la vista.

No, no, no, yo y mis pensamientos, no debo de tomar ese camino.

—Buenos días, Señor.

—Te quedaste dormida —dijo sin mayor preocupación.

Diablos, lo sabía, él tenía razón. Pero, no me despertó. Eso ya no era cosa mía. Si hubiera querido me hubiera despertado, anteriormente lo había hecho.

Lo siento, no sé cuándo pasó - Dije sinceramente.

—Tenía planes mujer.

Lo sabía, me lo había dicho, así que afortunadamente ¿me libre por una noche? Eso creía. Pero entonces ¿porque no estaba enojado? ¿Por qué no me despertó y usó sus típicos ataques contra mí? Para hacerlo no se toca el corazón, ¿porque en esta ocasión no lo hizo?

—Lo siento Señor —lo miré fijamente—. Me hubiera despertado.

—Te veías muy bien así, por eso opte por otras medidas.

Yo le mostré las manos.

—¿Esto?

—Sí. Y te ves muy bien. Resalta tu belleza.

—No concuerdo —dije instantáneamente.

—Lastima, porque es verdad, disfruto verte así —Erick me soltó de ese abrazó y se levantó—. Es tarde, pasan de las 8 de la mañana. Necesitas activarte.

Yo lo mire, ¿quería que me levantara? ¿Cómo? Estaba atada

—¿Me podría desatar? —dije levantando los brazos.

—¿Debería? —él sonrió y vino conmigo, llevaba solamente un pantalón de pijama, no lo había visto de esa manera, solo de playeras y traje, no tenía el cuerpo completamente marcado, pero se notaba el ejercicio, posiblemente a eso se atenía, a su belleza física para obtener las cosas—. Se me olvida cuando te veo así... Insisto, te ves muy bien.

—¿Lo disfruta?

—Mucho —dijo con una sonrisa muy amplia.

Erick vino y me desató con mucha tranquilidad, tocando cada parte de mi cuerpo, me sentía sucia, desnuda a pesar de tener tanta tela sobre mí. Pero no podía apartarme, conocía las consecuencias.

—Gracias.

Dije cuándo comenzó a desatarme, no me quitaba la mirada de encima, se notaba lo que me dijo, disfrutaba verme así. Ya libre, estire brazos y piernas, me sentía un poco entumecida. No sé cuánto tiempo llevaba de esa manera.

—¿Puedo ir a mi cuarto? —dije presurosa, quería poner distancia entre nosotros.

Bajé las piernas y apoyé el pie, quería saber si podía ya caminar bien

—¿Cómo sigue tu tobillo?

—Creo que mejor —dije moviéndolo en el piso—. Necesito ver si puedo caminar normalmente.