02 de Febrero de 2014

2K 167 0
                                    

Erick ha avanzado mucho en estos días, ya de poco a poco y con las indicaciones del médico, ha podido levantarse, ir al baño y estar momentos sentado, hoy quiere intentar caminar un poco, y lo estoy ayudando a eso. La última semana he hecho algunas cosas por él, como contestar correos, y algunas llamadas, cosas sin importancia, como decía él, pero ayudarlo me hacía bien, siento que lo apoyo y él me demuestra su agradecimiento, además dormir abrazada de él siempre es mi parte favorita. Estamos de hecho en la cama, el acariciando mi cabello y yo jugando con su mano.

—Comienzo a extrañar que me hagas el amor —dije entrelazando nuestras manos.

—Yo también lo extraño —dijo dándome un beso—, y prometo que te compensaré por ello.

Un beso más se hizo presente, que lamentablemente fue interrumpido por su celular, que por cierto ya vive permanentemente en mi habitación.

—Debería de apagarlo, estás en reposo.

—No, no, déjalo saben que solo lo harán si son llamadas importantes.

—Pues entonces tienes demasiadas cosas importantes porque en toda la semana no ha dejado de sonar.

Una leve risa salió de sus labios y un por favor para que se lo diera, su querido IPhone me estaba volviendo loca, ahora recordaba porque a pocas personas les daba mi número para situaciones de trabajo.

Antes de dárselo, le dije que iría a la planta de arriba, necesitaba traer unas cosas tanto de él como mías, ya que afortunadamente se estaban haciendo cargo del pequeño problema en el baño de Erick, y a su cuarto, hasta nuevo aviso, no entraría, por lo menos no sin él. Le comenté de mejor ir arriba y no tuvo objeción así que subiré por las cosas que nos están faltando, ademas escapar un poco a ese cuarto y a la terraza, me harán bien.

Antes de salir de la habitación escucho que Erick habla con alguien que ya lo había escuchado hablar; Joan, en ese momento se puso serio y me pidió que lo dejara solo, no lo hizo de mala manera, sino entrando en su papel de negocios, y aunque se que es su amigo, no se hasta donde llegan sus tratos y para ser honesta sus llamadas últimamente suelen ser largas, así que me es preferible terminar lo que estoy haciendo.

—¿Cómo vas? ¿Qué te ha dicho el medico?

—Voy avanzando, espero en pocos días retomar mis actividades, de hecho vino hoy, me dio algunos nuevos medicamentos y ejercicios, supongo que ayudará.

—Me informas Erick —dijo serio—, a pesar de que no pude checarte por obvias razones, necesitare revisar tus análisis o lo que te manden, para tu expediente.

—Lo sé —dijo aceptando su petición—, pero antes que nada, ¿supiste que sucedió con Zafiro?

Me preocupaba mucho esa yegua, ya que yo mismo la entrené y nunca hizo algo de esa magnitud. No comprendo que pudo alterarla y ponerla de esa manera, en los 6 años que tengo con ella, ni un solo incidente ocurrió, el entrenador que tiene ahora es uno de los mejores, así que no encuentro justificación, y no le estoy atando poco a Joan para que me diga cosas a medias.

—Según Theo fue el que la volvieras a montar, pero estoy haciendo preguntas, presiento que algo hicieron para alterarla, pero prefiero decirte hasta que tenga todo seguro, no solo por preguntas —un pequeño silencio se hizo y luego habló—. ¿Cómo vas con Nicole? —preguntó serio.

—Todo va bien, como tiene que ir, está como lo he llevado con ella los últimos días, y espero que siga así, no tengo ganas de regresar con su terrible actitud y a esos momento, al final este proceso ha valido la pena, porque me gusta esta faceta de Nicole, me siento bastante cómodo.

Atrapada ||Completa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora