Atrapada ||Completa||

27 de Diciembre de 2013.

No me he movido de este lugar, quiero pararme, ir al baño a limpiarme, pero no tengo fuerzas ni emociónales y físicas... Ese sueño, el amor se está yendo de mi vida en todos los aspectos, las ganas se me están terminando. Ya no soy ningún ejemplo, soy un asco, ya no sé cómo luchar, ya no sé qué hacer. Quiero irme de aquí.

—Haz pasado mucho tiempo en esa cama, necesitas comer.

Dijo Erick entrando a la habitación. Yo no dije nada. Ni siquiera voltee a verlo. No puedo.

—Nicole contesta por favor. No me hagas enojar.

—No tengo hambre, muchas gracias —dije acatando rápidamente su regla.

—¿Piensas quedarte así más tiempo?

—No lo sé, tal vez sí, no me siento bien.

—Nos vamos a casa en cuestión de horas, no quiero, ni deseo que estés así, necesito que me obedezcas y hagas lo que se te pide, y ahora quiero que te pares, cambies y estés lista para lo que yo deseo, o ¿quieres verme enojado una vez más Nicole?

No creo poder soportar tan rápido un castigo de esa naturaleza, o de cualquier otra, con él ya no puedo confiar ni una pisca de segundo. No. Enojado es una palabra que no quiero que él use, es la peor situación para mí.

—No, Señor —dije tragando saliva.

—Lo suponía. Levántate y desayuna.

No dijo nada más, se levantó de la cama y salió. Mi cabeza se estaba debatiendo en todo, ¿qué es lo verdaderamente mejor en este momento? ¿Hacerle caso? ¿No hacerlo? ¿Qué puede ser mejor y que puede ser peor? Mis sentimientos no son los correctos, no sé cuál es la respuesta a esa pregunta, solo deseo quedarme en cama y olvidar lo que hizo conmigo la noche anterior. Pero para él no es una opción, no es algo viable. No hay otra cosa que no sea su diabólica voluntad y mis ganas poco a poco se están desvaneciendo.

Tomo aire y trato de levantarme, siendo lo más fuerte que puedo ser, intentándolo, tratando, siguiendo órdenes como un una mascota bien amaestrada, como lo que él deseaba, ya llegué a ese punto, lo que él necesitaba.

**********

Lloré en el baño, mientras me duchaba, lo más fuerte que pude y no tuve interrupciones, necesitaba esos 5 minutos, necesitaba llorar.

Salí de la ducha, con el cabello seco y la toalla alrededor de mi cuerpo, me había puesto la ropa interior, necesitaba ir a mi camarote por ropa, intentar estar bien, aunque una parte de mi seguía sintiéndose sucia, no estaba muy segura si estaba completamente limpia, pero el agua tibia me hizo bien, no tenía ánimos de nada, pero por lo menos me sentía menos devastada.

Entre en el camarote y me encontré con una sorpresa, Erick estaba ahí, sentado en la orilla de la cama, había ropa en la cama, me quedé inmóvil por un segundo y sin sentirlo, ya estaba mirando al piso.

—Estaba esperándote Nicole.

—Aquí estoy, Señor, ¿qué necesita?

—Que bello cambio, bello, bello…, te traje ropa, y por cómo te veo, deseo cambiarte.

—Como desee Señor —¿en serio Nicole? ¿Tan fácil te ganó? Sí cerebro, ya no tengo ganas de luchar, hoy no tengo ganas de pelar porque sencillamente siento que ya perdí. ¿Cómo luchar en una batalla ya completamente perdida.