Hay un reloj en el camarote, el cansancio del viaje me hizo quedarme dormida por un rato, pero aquí menos que en Londres, puedo dormir. Sé que Erick le puso llave a la puerta pero aun así, le puse seguro pensando inocentemente que así no entrará. Tengo miedo, y no puedo negarlo, estar tan lejos, sin nada de protección, sin ayuda, tan vulnerable, porque a pesar de todo, me siento peor aquí que en su casa. ¿Por qué? Estoy viendo mis sueños y mis planes yéndose por otro lado, por un camino que yo no quería, por uno que no deseaba, uno que en mis peores sueños me imaginé.
El reloj marca las 6:00 a.m. y yo tengo el peor insomnio, terminé quitando el seguro de la puerta, al final no encontré un motivo para dejarlo, y sé que solo me puede ocasionar más problemas de los que ya tengo. Estoy buscando en la maleta, ni siquiera recuerdo todo lo que terminé metiendo ahí. Me encuentro con vestidos, y bikinis. ¿De verdad espera que me ponga esto? Hay tacones y sus vestidos favoritos, los cortos y escotados. No hay mucho de donde escoger, solo mi opción como en los últimos 6 meses; obedecerlo, mi ánimo va de mal en peor, siento que las opciones estando aquí, se acortan, no estoy emocionalmente bien, voy de mal en peor. No sé qué hacer para mejorar esto.
Desempaqué todo, dado la hora tengo algo de tiempo antes de que, lo que yo pensaba, Erick viniera a abrir la puerta. Y no me equivoqué, eran casi las 9 cuando la vi abrirse, y cuando escuché el cerrojo, estoy tratando de parecer lo más normal, y no mostrarle todo el miedo que le tengo, es lo único que sé que me ayuda.
—Bien, ya estás vestida, así no perderemos mucho tiempo. Vamos a desayunar en el hotel.
Asentí, no había mucho que decir ¿ya lo había decidido? ¿No?
—Nicole, antes de irnos. Ponte los tacones beige. Se verá bien con tu vestido.
Tacones para estar en la playa, claro, era de esperarse, es Erick.
Le sigo la corriente, no pretendo hacerlo enojar, no estoy en ese momento de la vida, estoy cansada de verlo enojado, estoy atormentada, pero sobretodo... No estoy bien.
Vamos en el carrito de golf, y a pesar de todo este maravilloso paisaje no me puedo concentrar mucho en él, y por lo que noto, Erick tampoco, ya que no deja de ver mis piernas y tacones, sé que puede sonar un poco estúpido, pero es cierto que no necesitábamos viajar hasta acá para que viera esto, lo tiene siempre en el lugar que me mantiene cautiva.
Estamos desayunando en un restaurante a la carta, no en el bufet típico del hotel. Salimos de él y llegamos a este lugar del cual no tengo idea de cómo se llama.
Estamos desayunando tranquilos, no hay muchas palabras entre nosotros, pero se vuelve algo aceptable, hasta agradable que no hable, que no me ordenes, que yo pueda ordenar tranquilamente así como desayunar, es algo que no puedo ni expresar, es un intento de libertad que hace tiempo que no tenía.
Parami sorpresa el día ha pasado bastante tranquilo, después del desayuno hicimoscosas típicas, Erick ya tenía planes, así que a pesar de que tuve queobedecerlo, pero como al inicio del día, obedecerlo es menos doloroso, no causótantos problemas, y estar al contacto con la naturaleza me está haciendo bien,pude estar en la playa, cerca de él, pero pude nadar, sentarme y apreciar elsol, tomar un poco de alcohol y pedir los alimentos que yo quise para la comiday cena. Vi una cara de Erick Covarrubias que no conocía por completo, una caraamable y romántica. Una que me intrigaba y perturbaba, porque no conocía losmotivos de esta faceta, no conozco a donde se dirigen.
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Atrapada ||Completa||
Mistero / ThrillerNOVELA EN EDICIÓN. Soy Nicole Soza, una graduada hace 1 año de Doctorado, tengo 30 años y mi nuevo jefe me tiene prisionera, y yo, solo tengo una opción, seguirle el juego, es mi única arma de defensa si quiero salir de aquí, comportarme de acuerdo...