31 de Julio de 2013

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Ha sido una semana muy difícil y larga, he hecho ejercicio todos los días, muy pesado a petición de Erick, le hice las 3 comidas todos los días que estuvo conmigo, que fueron casi 7 días, luego de aquella primera noche estuvo 3 días en casa, 3 largos días, y salió 3, tuve la dicha de no verlo, aunque no duró mucho mi placer, ya que los siguientes 4 días fueron una tortura, regresó estresado y enojado, me golpeó en más de una ocasión mientras me torturaba en la cama, ya que me había tenido en su recamara, esta semana me provocó hasta el punto del clímax, luego no me dejó correrme, solo me provocaba una y otra vez, y la ironía es que eso lo estaba haciendo feliz. Saber que él era el que controlaba mi placer y mi agonía. Me tiene en el limbo de las sensaciones, del dolor en ambos sentidos. No sabía cómo podía odiar en todo sentido a alguien y luego querer que terminara de darme placer. No sé cómo seguíamos ese ritmo tan doloroso ¿como es que mi mente no conecta con mi cuerpo por más que lo intento?

Hoy me está haciendo limpiar, acomodando todas las cosas que trajo de la Universidad y que ahora sé que me regaló él. Verlas me da coraje, recordar todo lo que investigué, lo que pregunté, para que resultara ser la persona que menos esperaba que fuera. Y lo peor, es que le pregunté a su secretaria y nunca supo. Claro que no supo, nadie sabía de sus intenciones, nadie que no fuera él.

Cuando llegó el segundo paquete sabía que había algo más. Pero mi investigación no llegó a donde yo deseaba, yo necesitaba descubrir, pero no pude, no supe el paradero de esos regalos.

Mi entrenamiento, para sus ojos, había sido productivo, conocía ya casi con exactitud todo lo que deseaba, ya con la mirada sabía que era lo que quería y lo hacía para él, su sonrisa no podía ser más amplia, cuando regresaba enojado y me daba órde...

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Mi entrenamiento, para sus ojos, había sido productivo, conocía ya casi con exactitud todo lo que deseaba, ya con la mirada sabía que era lo que quería y lo hacía para él, su sonrisa no podía ser más amplia, cuando regresaba enojado y me daba órdenes, eso era lo que lo tranquilizaba. Era lo que lo hacía regresar a su control personal. Una persona en la cual ejercer pleno control. Una mujer obligada a vivir con él.... Una Nicole Soza.

No es que me sintiera más débil, en realidad me sentía fuerte, hasta cierto punto, sabía anticiparme ante él y me daba ventaja. Los golpes habían disminuido, yo me tenía que maquillar menos. Pero mis recuerdos, cada día estaban más latentes. Todo comenzaba a tener sentido, todo estaba en su lugar.

Atrapada ||Completa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora