26 de Diciembre de 2013

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Este lugar, este barco, Él, me estoy negando a aceptar que está haciendo este cambio en mí. Estoy en una Bora Bora con él, y todavía no he intentado escapar, no sé si por miedo o por otra razón. Tengo la pulsera, me sigue controlando, sé que por más bien que mentalmente me sienta me estoy acostumbrando a su manera de ser, a como me cela, como me controla, como me retiene. ¿Será que lo que me dijo tiene razón? ¿Estoy en el punto que él me requiere, y deseaba desde un principio?

Navidad ya pasó, estamos por regresar, Erick decidió anoche que pasaríamos año nuevo en su casa, yo prepararé la cena. Como si fuera su esposa. ¡Por favor! ¡Su esposa! Pensé que luego de todo lo sucedido, por fin me iba a tocar. Me iba a embarazar, y no lo ha hecho. Me está alterando, y si convivir con él, como ya lo hace me es demasiado pesado, pesar que planea festejos y alargar más y más mi agonía, me atormenta a cada segundo.

Las últimas semanas me dejó claro que deseaba un hijo y uno varón de preferencia, estaba pensando en nombres. Pero ahora, ahora no sé, no comprendo si solo es una fachada para seguirme reteniendo, si solo tonteó con lo del bebé y la muy estúpida de mi le creyó y vive en su farsa. Él ha sido muy claro con lo que desea, pero tengo miedo, dudas, ya son 6 meses, 6 largos y dolorosos meses, y no le veo el fin. No encuentro salida, escaparme no sé si pueda ser una opción..., pero necesito irme de su lado, me estoy carcomiendo todos los días el cerebro tratando de entender que es lo que debo de hacer, que es bueno y qué es malo. En este punto no reconozco que sí lo es, no sé si me está haciendo bien o me está haciendo peor a cada minuto que pasa. Sigo preguntándome ¿qué hago con él? ¿Por qué yo?

—No te has cambiado —dijo él entrando en mi camarote, asustándome.

—Me acabo de levantar —contesté sin voltear a verlo—. Me siento un poco cansada.

—¿De qué? No has movido ni un dedo en este viaje Nicole.

—No lo sé. Sólo sé que me siento cansada, Señor.

—Puedes ir a nadar un poco, no muy lejos de mi vista. Y relájate, no quiero que esté tensa.

—No lo estoy. Solo un poco cansada.

—Lo que sea. Pero hazlo, no quiero que estés en esa actitud para esta noche.

—¿Tiene planes, Señor?

—Puede que sí, Nicole.

—Pregunto por si me tengo que vestir especial.

—Lo sabrás en su momento.

—¿Está enojado?

—¿Contigo? —yo asentí—. Posiblemente, ¿hiciste algo mal Nicole?

—No que yo recuerde, Señor.

—Entonces no debería porqué estar Nicole.

Respiré hondo, sabía que algo le pasaba, pero era claro que no me iba a decir, pero no quería pensar, no en él, y luego de estos terribles días. No puedo hacerlo el centro de mi vida. Aunque lo quiera o no, mi vida está girando en torno a lo que él quiere, lo que él pida. Lo que desea de mí.

******************

Fuí a cambiarme, me puse un traje de baño completo, tomé unas sandalias y me fuí a la popa. El barco estaba varado en un muelle solo con otras 3 embarcaciones, estábamos prácticamente solos. Y eso, no me ayudaba.

Bajé y caminé por la playa, dejé que la arena me relajara, si es que se pudiera a este punto, el estés me estaba ganando. El cielo estaba precioso, era de las pocas cosas bonitas de mi vida, la pulsera comenzó a sonar, me regresé unos pasos y dejó de hacer ruido, no quería regresarme más, así que me senté en la orilla del mar, solo a pensar, pero tenía mucho sentido, no lo había logrado en las últimas horas y dudaba hacerlo en las siguientes. No existe sentido, me estaba funcionando no pensar, pero ahora me estoy debatiendo en cualquier cosa que me dice, ya no sé qué puede hacer, y ¿0or qué sigo aquí? ¿Qué me retine con él? De verdad, como lo pensé anteriormente, ¿ya me controló? ¿Ya me venció?

Necesito nadar, necesito sentir que fluya, que por más que esté literalmente amarrada a él, necesito sentir lo contrario, que puedo irme, que puedo nadar a algo mejor.

Me metí al agua, está de buena temperatura, como la necesito. Puse mi mente en blanco, y seguí nadando, alcancé a ver a Erick en el barco, y tonteando ya relajada, le dije hola con la mano, intentando que no lo notara del todo, pero lo hizo, aun así seguí nadando me estaba sintiendo feliz en algún sentido, además, libre.

De repente escuché un grito. Escuché desesperación y pérdida de control en un tono que ya conocía.

—¡Nicole!

Escuché mi nombre, sonaba alterado.

—¡Nicole! ¡Regresa! ¡Nicole!

¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Porque me está gritando de esta manera? ¿Qué hice? Solo le saludé ¿por qué estaba tan alterado? Me quedé flotando, el barco venía hacía a mí, la pulsera estaba sonando, así que comencé a acercarme a él, no quería que me diera shock y más en el agua.

Llegué y Efrén me ayudó a subir, pero en un segundo desapareció y Erick vino al instante.

—¿Qué rayos estabas pensando? —me recibió con una cachetada—. ¿A dónde pretendías ir Nicole? ¿Creías que no lo iba a notar? ¿Qué no vi que me dijiste adiós?

—No lo hice —le contesté con la mano en la mejilla—,  te saludé. ¿A dónde podría ir? No conozco el lugar.

—No te hagas la inteligente Nicole, sé que algo pretendías, pero lo que fuera, no se va a repetir, y de eso me encargo yo.

Erick me tomó del brazo, muy fuerte y me llevó a la habitación, a la suya para ser precisa, estaba asustada, ¿qué pretendía este hombre? ¿Qué hice mal? ¿Por qué está así de aprensivo?

—¿Qué pasa? Erick, por favor, no hice nada incorrecto.

—No seas tan ingenua Nicole, vi tus intenciones, no intentes hacerte la inocente, no me importa lo que pienses, no me importa del todo lo que quieras, aquí el que decide eso soy yo.

—Erick...

—Ya cállate Nicole.

Un golpe cayó en mi cara, estaba enojado por una estupidez, una gran y tremenda estupidez. Caí a la cama, con lágrimas en mis ojos, el casi echaba fuego, sus ojos se veían muy mal, estaba sumamente alterado, no sabía de qué tanto podía ser capaz, pero por su mirada, sabía que estaba a punto de averiguarlo.

Está encima de mí, quitándome el traje de baño a tirones, enojado.

Me está golpeando, no quiere que me mueva.

Me duelen cada uno de sus movimientos.

Me está lamiendo y chupando sin cuidado.

Los moretes están apareciendo.

Ya ni siquiera me estoy moviendo, coopero en lo que él quiere.

Parece calmarse, y yo sigo llorando.

Me penetró, de la peor forma, rápido y sin avisar, no estaba lista, yo, solo grito de dolor.

Erick se está riendo, lo está disfrutando, sé que se va a venir.

Lo hizo, en mi abdomen, yo no sentí nada, solo dolor.

No me quiero mover, él se está yendo, está feliz, o eso parece.

Las lágrimas siguen en mi rostro, estoy sucia, adolorida y muy humillada.

Erick me acaba de violar una vez más, pero esta vez fue sexual.

Atrapada ||Completa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora