23 de Agosto del 2013.

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Me siento demasiado cansada estos días, casi tres semanas han pasado desde mi cumpleaños y no comprendo mi cansancio, estoy dormida la mitad del día y Erick tomó la costumbre de no abrir ventanas y cerrar cortinas porque ha estado aquí y no quiere la luz del día. Siento que algo trama, y lo peor es que no puedo sacarle la información que necesito, sigo esperando mi periodo, no sé si me hizo algo para retrasarlo o de verdad no llega por nervios y la situación que estoy viviendo.

Estoy en la habitación, en el piso como cuando era pequeña, tengo la cabeza en el colchón, con las piernas estiradas, tengo un vestido en corte A, escote en V, con tirantes al cuello, tengo tacones pero no están en mis pies, de hecho, estoy viendo mis dedos, perdiendo el tiempo.

Estoy cansada y no tengo nada que hacer, hoy no tengo ganas de leer, aunque en realidad si quisiera tomar un libro y perderme por un gran espacio de tiempo, pero, solo lo hace esos momentos, mi realidad es tan terrible que a veces esos 5 minutos de transporte a otro lugar duele más que no ir, aterrizar y que mi mente de nuevo esté en este lugar es cada vez peor, regresar a mi cárcel hace que todo siga perdiendo sentido, que quiera cada día escapar de aquí, o a veces hasta morir, me pesa demasiado. Ya no sé qué debo de hacer.

Erick entró. Yo sigo en el piso, me dice que me estaba esperando en la cocina para prepararle la cena, aunque yo sinceramente todavía me siento llena.

—¿Es tarde?

—Casi las ocho de la noche, es tarde, levántate —él me miró—. ¿Qué estabas haciendo?

—Nada —dije tranquilamente, ya que era la peor verdad de mi vida—. Me siento cansada.

—¿De qué? —dijo él sarcásticamente.

—Buena pregunta. No lo sé —dije casi arrastrando las palabras.

—Claro —dijo viéndome y cruzando los brazos—. Vamos a la cocina.

Me paré sin hacer mucho movimiento o desagrado, mi cuerpo estaba completamente cansado. Cuando comencé a caminar sentí algo, entre mis piernas, ahí estaba, me había llegado el periodo.

Corrí directamente al baño, ya sabía dónde estaban los tampones, cerré la puerta, no quería que él me viera en esos momentos. Por fin tenía mi periodo, luego de casi..., ¿2 meses? Sé que él los alteró aunque no pensé que tanto.

—¡Nicole! ¡Nicole! ¡Ábreme la puerta! —dijo Erick gritando.

—Un momento por favor —dije casi suplicando.

—¿Qué sucede?

—Mi periodo —le dije gritando.

—¿Qué? —respondió Erick sorprendido.

Abrí la puerta, ya me había colocado el tampón.

—Que me llegó mi periodo, ¿Está sorprendido? —le dije sarcásticamente—. Es un proceso natural en cada mujer.

—No me hables así Nicole.

—¿Cómo? Solo estoy diciendo algo me sucede, ya me había tardado en llegar, eso no era normal, ya que yo no tomo nada, era muy extraño que no me llegara.

—No empieces Nicole.

—¿Empezar qué? Sé que me diste algo para evitar que me llegara el periodo.

—Erick se sorprendió— ¿Qué? —dijo en tono elevado.

Yo reaccioné a lo que dije, no podía decirle exactamente como supe.

—Es muy claro, a mí siempre me llegó en su momento, han pasado casi 20 días desde mi cumpleaños y más de 2 meses desde... —Erick rio instantáneamente. 

Atrapada ||Completa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora