No seré breve porque no quiero ser dos veces nada. Hay tres cosas que no deberían olvidarse nunca: montar en bicicleta nadar y el primer amor. Lo primero me cuesta además me estoy ahogando y de mí sólo puedo decirte que también me olvido con frecuencia. El primer beso que cuenta es el que se da uno mismo en la primera herida que le hizo el que le dio otro y de eso sí valientes que no nos hemos olvidado . Si yo fuese tan bonita como la vida también me permitiría el lujo de ser muy puta pero no soy tan corta. Corazón tenemos todos sólo que algunos más que otros. Y un corazón roto corta, pero dos... Después de todo nos hemos puesto límites de velocidad en las ganas como si se pudiese dar un beso con las manos en la espalda. Nos lo hemos prohibido todo. Y que te prohiban algo es que te concedan el permiso para hacerlo a escondidas. Somos rebeldes y un poco hijos de puta porque el mundo nos ha hecho así de poetas y de maleducados.. Hemos aprendido que tiene que doler porque si no no es musa ni poesía. Y a lo único que tenemos miedo es a dejar de caer en la trampa que por vicio o por guapa no deja de ser trampa pero. Cómo vamos a saber del cariño si después de masturbarnos no nos comemos la boca en el espejo ni nos volvemos a llamar ni nos sacamos a bailar pero sí a olvidar. Qué coño vamos a saber que no sea del nuestro. Que sí, que ya, que "el amor es una mierda". Pero que la tristeza es pisar otra. Y ya que estamos dejando de creer en la suerte podríamos empezar a creer en las personas y recordar, alguna vez, que si se juntan dos tréboles acaban siendo uno de cuatro hojas.