Odio que no te importe como a mí,
Que no te afecte como a mí,
Que no te preocupe como a mí.
Odio haberme enganchado contigo,
Que me hayas mirado en un principio,
Que me hayas hecho sentir especial.
Odio qué no me quieras,
Que no te mueras por hablarme,
Que no pienses en mi cada noche
Pero lo que más odio, es que no puedo odiarte
Y sé,
Que al final de cuentas,
La culpa de sentirme así es mía.
Y por eso me odio a misma más de lo que te odio por no correponderme.
Tú no tienes la culpa, pero duele ¿sabes?
Duele mucho.