...si te la pasás juzgándote con los ojos de los demás.
Vas a pasar el resto de tu vida pensando que sos un inútil. Y no es para nada así.
Es una tortura.
Es al pedo. Te lo digo yo, que me hago mala sangre al pedo. Simplemente es imposible.
Pasé tanto tiempo queriendo cumplirle a los demás. Gasté tantas energías intentando que todas las expectativas que tenían sobre mí fueran todas compatibles.Me presioné tanto.
Me convencí de que lo que los demás esperaban de mí era más importante que lo que yo quería hacer o ser.
Por eso la cabeza no me daba más. Por eso el alma rota. Por eso tantos monstruos. Porque nunca me di yo la libertad de elegir las cosas que me harían bien a mí. Porque estaba sintiendo tensiones que no me correspondían.
Basta.
Es hora de dejar de basar mis decisiones en si estarán bien o mal bajo las miradas de otras personas. Tengo que empezar a charlar conmigo, buscar las cosas que me ayuden a crecer. Las que harán que esté en paz conmigo misma.
Si quien tiene que ir a pelear en la guerra y además quien conoce bien al enemigo soy yo...
...¿qué mierda sabrán sobre todo esto esos otros que se la tiran de generales, si nunca han visto más allá del cuartel?