Parte 312

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A estas horas  toda tu familia sabrá que ya no estamos juntos. Que todo por lo que hemos luchado se ha ido en un abrir y cerrar de ojos. Que ya no existirán ni desayunos en la cama, ni mucho menos besos antes de dormir. Ya no existirá nada de lo que habíamos planeado. Han sido unos meses bellísimos, de los cuales jamás me arrepentiré de todo lo que hemos vivido juntos. Que se queda para mí, en mi mente, para siempre. Unos recuerdos de los cuales jamás me desharé de ellos, me los quedaré siempre guardados, bajo llave en un cajón; para mirarlos siempre que te recuerde. Que te acabas de ir y ya te echo de menos. Estoy aquí, esperándote en nuestro banco, en aquel donde nos dimos nuestro primer beso, ese del cual jamás me olvidaré. Lo hicimos bien, durante todos aquellos días, jamás me hiciste daño, siempre me hiciste feliz, me hiciste reír cuando más lo necesitaba y cuándo no, también lo hiciste. Siempre estuviste ahí para todo lo que necesité, y de veras te lo agradezco. Quisimos un para siempre lleno de magia, pero la magia se quedo por el camino. Siempre nos hemos tenido ganas, y siempre hemos querido estar juntos, es más, a día de hoy, puedo decir que seguimos queriendo todo eso que siempre hemos dicho y planeado. Solo, se nos ha olvidado dónde guardemos todo aquello que soñábamos. Has estado en mis méritos y en mis más mejores logros. Siempre te agradeceré todo lo que has hecho por mi, porque gracias a ti soy quien soy ahora. Tengo una autoestima muchísimo más grande de la que jamás me imagine conseguir. Has hecho conmigo, más de lo que soñaba hacer yo misma. Gracias por convertirte en todo para mí, por las canciones, los bailes y los besos. Gracias por animarme y aguantar todos aquellos días en los que ni yo me soportaba. Siempre te querré. Por mucho que seas fuego entero y yo a penas cenizas, encajábamos perfectamente, como siempre decíamos, almas gemelas; que incluso decían lo mismo a la vez. Con nuestros defectos supimos encajar perfectamente, y poco a poco construyendo un mundo nunca imaginado. Mejor que cuentos, novelas o películas. Sin libros o escritos, solos tú y yo. Gracias. 

Simples textos para adolescentes 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora