Ojalá te miren y no te vean como conseguiste que te viese yo. Ojalá te prometan quedarse y se pierdan por el camino y no te den explicaciones de por qué se fueron, así, con tus expectativas por el aire y el corazón por el suelo. Ojalá te escriban y te des cuenta de que no lo hacen ni la mitad de bien que yo y quieras volver pero no sepas cómo. Ojalá te follen, y te follen mal y busques aunque sea un gemido mío y yo esté en otra cama disfrutando lo que tú no me diste. Ojalá te sonrían y se vayan y te dejen con las grietas un poco más abiertas y las heridas infectadas. Ojalá te besen por última vez y no te busquen jurándote anteriormente que sí lo harían. Ojalá escribas un mensaje y dos y tres y no te contesten y te rompas aún más. Ojalá te sientas imbécil, y ojalá no sea ni la mitad de lo que yo me sentí, porque creo que eso no puedo siquiera deseárselo a nadie. Ojalá no vuelvas a tener las mismas llamadas que teníamos y eches de menos hasta los segundos de silencio que provocabas en mí. Ojalá no te digan "Lo siento" y te dejen a la espera de un maldito "Vuelve". Ojalá no te den ni una décima de lo que yo quise darte. Ojalá no vuelvas porque no pienso abrirte la puerta, el pestillo está echado desde hace tiempo y tú ya no tienes la manera de quitarlo.