Creías que habías conseguido librarte de mí? Mi diablillo, como te he echado de menos. Nuestra historia aún no ha terminado, jamás terminará. Jamás podrás librarte de mí, ni de mis tan honorables escritos. Jamás podrás llegar a olvidarme del todo, y siempre me recordarás en las malas y buenas experiencias que tengas en la vida. Ahora estás solo, pero, piensa, que siempre estaré a tu lado, para ayudar a levantarte, o quién sabe... para estamparte más contra el suelo, contra la pared. Jamás podrás olvidarte de mis gemidos, y de cómo gritaba cuándo me cogías del pelo. Pero eso jamás volverá a ser como era en aquellos tiempos. A pesar de estar lejos, estaré a tu lado.