Gracias y ojalá

62 0 0
                                    

Ya estoy en casa y tú no estás. Aquí estoy, tumbada en mi cama escribiendo este texto para ti. Añorando cada segundo que paso sin ti. Añorando todos esos besos que me das cuando estamos juntos. Estoy aquí, pensando en ti como un día cualquiera, sí, porque en cada momento pienso en ti. Creo que voy a dejar de escribir, por la sencilla razón de que anteriormente escribía todo aquello que soñaba, que deseaba con todas mis fuerzas; a ver si conseguía que algo saliese bien, pero contigo es completamente diferente, todo es perfecto, así que ya no tengo porque escribir de falsos amores o de simples cuentos de hadas. Antes escribía para evadirme de lo que realmente era mi vida, pero desde que has llegado tú, todo eso ha cambiado, y cada vez se me hace más difícil continuar con este trabajo, anteriormente deseoso. Me encanta escribir, pero prefiero pasar tiempo contigo, cumpliendo todo aquello que algún día se calcó en una hoja. Todas aquellas palabras que se quedaban en el viento, conseguí plasmarlas en un papel, tal vez para ser recordadas o simplemente para que alguien sacase una sonrisa al leerlas. Pero ahora, solo podría escribir verdades, nada de deseos, y siento que se me hace muy difícil que la gente pueda soñar y sonreír con eso. Me siento muy egoísta, pero por una vez en la vida, la que desea sonreír soy yo, y para eso necesito vivir todas y cada una de ellas, sin necesidad de plasmarlas en folios, solo recordarlas. Pero no es para mal este cambio, claramente siempre tendré mis momentos de bajón y de lucidez como ahora mismo, claramente que jamás dejaré de escribir, pero al menos, ya no lo haré tan seguido. Pero repito, no porque no quiera o no desee hacerlo, si no, porque prefiero vivir todo esto que tengo en las manos en este momento. Necesito vivirlo al máximo, porque creerme, todos aquellos textos anteriores, todas aquellas frases, de una vez por todas, se han hecho realidad. En estos momentos, me esfuerzo para vivir la vida que deseo, tengo a un niño a mi lado que cuenta como un rey; que si lo vieseis, os quedaríais fascinadas. Tengo mi propia película en las manos, mi propio cuento de princesas; aunque lo mejor de todo, es que todo este cuento, mi príncipe azul, todas las ñoñerías que estoy soltando ahora mismo, son completas verdades, que pienso disfrutar, y ojalá y tenga la suerte de que jamás de acabe. De que algún día todos mis escritos salgan a la luz y se conviertan en un libro con una portada preciosa que huela a vainilla, ojalá y consiga todos mis propósitos, junto a él, porque él es el deseo más deseado de toda vida. Ojalá y os pueda conocer algún día. Gracias por todo.

Simples textos para adolescentes 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora