Esta noche me arroparé y antes de dormirme contaré las veces que no me besaste

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Ya no quedan lienzos en los que escribir las noches que no nos hemos pasado tumbados,escuchando de fondo cómo llueveporque ahora por dentro diluvia. Ya no quedan universos que envidien tu espalda, por las constelaciones de esta;prometiste ser eterno y fuiste más efímero que el alcoholen la copa de cualquiera en un bardespués de la rotura de su corazón.Maldito diente de leónen el que malgasté mi deseopidiendo que no te fueras,como si eso, realmente,si alguien quisiera quedarse,se debiese pedir.Ya no quedan manos en las que sujetarsecuando los pies cuelgan por el precipicio,las alas se nos han quebrado y nos da miedo volar.Hay demasiadas heridas abiertas y todavía más cicatrices,los puntos de sutura se han desgarrado al verte volveraunque sólo fuera en sueños,vaya mierda de sastre que soy, que a la mínima me descoso.La próxima noticia en la televisiónserá de cómo he sobrevivido a la última gotaque colmaba el vasoaunque yo lo viese medio vacío. No me busques en los atardeceres,me recuerdan demasiado a ti,me encontrarás en los trenes,los que son destino a ninguna partey sólo tienen billete de ida.Esta noche me arroparé y antes de dormirme contarélas veces que no me besaste,las veces que te largaste después de hacerme el amory las veces que no volviste aunque te llamase,a ver si así puedo coger el sueñoaunque es complicado desde que no duermes a mi ladoy las sábanas no huelen a ti.

Simples textos para adolescentes 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora