Uno de los mayores temores que las mujeres tenemos al estar en una relación es el ser engañadas. Al menos yo, siempre temí que eso sucediera en mi relación. Sin embargo, confiaba en mi novio como en nadie más, y tenía la certeza de que nuestro amor era más fuerte que cualquier atracción pasajera, pero no fue así.
Un día descubrí que él me era infiel, me había engañado y yo no podía permitirme seguir a su lado. Enterarme de las cosas fue difícil, pero el tiempo ha curado todas las heridas y el día de hoy quiero decirle lo siguiente a la chica que se metió entre nosotros:
Conozco tu nombre. Sé quién eres. Lo supe desde que entraste en la vida de él, y desde ese momento no he podido sacarte de mi cabeza, pero por tu bien no diré tu identidad. Nunca nos hemos conocido en persona, pero sé que tú también sabes quién soy. Mi novio me engañó contigo. Tú lo conociste a través de las redes sociales, así que debiste de haber sabido que yo existía; que él no estaba solo.
Podría decirte que te felicito, que tú ganaste, o cualquier tipo de cliché de esos que nunca se dicen genuinamente, pero no lo haré. Sólo me gustaría decirte: gracias. Gracias a pesar de que me causaste tanto dolor, que te llevaste mi relación, que fuiste egoísta y sólo pensaste en tu felicidad.
Tal vez pienses que te odio porque hiciste lo que todas las mujeres tememos que nos hagan, pero no, en realidad me has hecho un gran favor. Me quitaste un peso de encima que durante mucho tiempo no tuve el valor de hacer yo misma. Gracias por liberarme. Gracias porque me he salvado de un futuro lleno de dolor y muchas mentiras. Gracias a lo que sucedió pude ver las cosas desde una perspectiva diferente.
Gracias por darme una buena razón para decirle adiós al mayor obstáculo que he tenido frente a mi. Siempre creí que la relación que yo tenía con él era la mejor, pero no me daba cuenta de todos los problemas que existían entre nosotros, problemas que durante mucho tiempo no me permitieron avanzar. Gracias a ti, pude abrirme camino hacia un futuro mejor.
Gracias por tomar la culpa, por darme una razón para marcharme y empezar de cero. Si tú no te hubieras metido en nuestra relación no hubiera podido alejarme sin sentir el remordimiento que, en muchas ocasiones, te hace volver.
Gracias por recordarme que yo merezco algo más que una relación llena de mentiras y engaños. Y por supuesto, no merezco vivir ningún abuso emocional ni el trauma de la experiencia de saber que él se acuesta contigo.
Gracias por demostrarme que mi papá siempre tuvo la razón cuando me decía que esa relación no valía la pena, que él no era el hombre que yo merecía. Y gracias por que ahora he recuperado las buenas amistades que dejé de lado por estar con él.
Gracias porque ahora sé que existen mejores maneras de gastar mi tiempo y mis lágrimas: sé que hay personas que merecen estar en mi vida, y él no es una de ellas.
Gracias por darme la oportunidad de volverme a enamorar, de tener otra primera cita, otro primer beso; de tener una nueva relación. Aún no sé si las cosas funcionarán y será el hombre con el que pase el resto de mi vida, pero sé que si todo acaba, siempre vendrán más oportunidades.
Gracias a ti y a él, ahora sé qué cosas no volveré a permitir en una relación. Sé como es el hombre que quiero tener a mi lado.
Gracias finalmente porque ahora sé que no se puede disfrutar de la felicidad sin antes haber conocido el dolor. Sin tu interferencia en nuestra relación yo no me habría dado cuenta de todas estas cosas. Gracias a ti, hoy soy una nueva persona.
Sinceramente,
La chica a la que engañaron