Abrazala, y dile que la amas. Llámala con un apodo, da igual si es "mi princesa", "mi niña", "enana", "fea", "tonta", "cielo", "cariño"; lo importante es que sólo se lo digas ya nadie más. No hace falta eso de "Buenos días princesa", con un "Hey enana, ¿como has dormido?" Basta e incluso a veces suele gustar mucho más. Esa sonrisa tonta que te sale cuando la miras, eso jamás puede faltar. Cuando vaya por delante, ves hacia ella, cojela de la cintura y dale un beso; amará que hagas eso. El "buenas noches" es importante, pero tampoco hace falta una cursilada con princesa, con un "descansa y sueña conmigo, te amo y necesito que lo tengas presente", basta y mata demasiado. Delante de tus amigos no la trates diferente a cuando estáis solos. Besos tiernos con cariño, y si puedes y te deja, cerca del cuello. Esos días en lo que se siente mal, no le escribas un gran mensaje, ve a su casa y hazle esas tonterías que sólo tu sabes; entonces cuando ella se ría con lágrimas en los ojos, sabrás que la has vuelto a enamorar un poco más. Eso de dejarle la chaqueta también es un gran detalle, aunque a veces les de un poco de corte pedirlo o cojerlo. Cuando se ponga celosa, susúrrale lo mucho que la envidian las otras chicas que están detrás intentando moderna. Juega con ella cuántas veces puedas. Cuando se enfade, tratala con delicadeza y amor, no te pongas tú a la defensiva. Y sobre todo, compréndela. Hazla reír, hazla feliz, y amala sobre todas las cosas y personas de este universo, ella sabrá recompensartelo.