No hay ser más hipócrita que el ser humano.
Nos quejamos de la sociedad pero resulta que la sociedad somos nosotros.
Criticamos a la generación actual sin darnos cuenta de que somos nosotros quiénes les educamos.
Estamos en contra de la injusticia que se imparte en el mundo pero muchas veces no hacemos nada por evitarlo ni cambiarlo.
Maldecimos y odiamos el amor cuando nos hacen daño pero en cada oportunidad que tenemos, el amor es lo primero que buscamos.
Muchas veces es más fácil y mejor para el ego y la conciencia echarle la culpa a otro antes de admitir que la culpa es propia.
Enseñamos a nuestros hijos que no deben mentir pero nosotros somos los primeros en mentirles.
Le ponemos al lobo un disfraz de oveja únicamente por fines propios y egoístas.
Hacemos daño a todo y a todos con la excusa de no dañarnos a nosotros mismos.
Hay quién cree que el ser humano está destruyendo al mundo, yo creo que antes que destruir al mundo nos estamos destruyendo a nosotros mismos.