CAPÍTULO 14.

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Sigo intentándolo con todas mis fuerza. Lo juro. Simplemente quisiera ser capaz de exiliar aquella sensación que aún recorre la piel rojiza de mi mejilla. Me gustaría muchísimo encontrar una explicación lógica para lo que me está sucediendo en estos momentos.

Es confuso. Bastante confuso y aquello me marea.

Observo de reojo y discretamente a Luke, esto... esto no lo había sentido jamás. Y sí, es demasiado Hemmings, pero me hizo sentir tan distinta, tal como si él le hubiese dado vuelta a la hoja.

—Y... ¿qué tal las clases? —me pregunta mirando sus pies, intentando romper el hielo. Lo cierto es que luce tanto o más confundido que yo, y me intriga de sobremanera.

—Bien, creo —respondo y le sonrío a medias—. ¿Tú qué tal?

—Excelente —me dice y por fin creo que hemos dado en el blanco, hablar de esto lo relaja notablemente—. Me falta medio semestre y me encanta lo que hago.

—Me di cuenta.

— ¿Ah sí? —cuestiona con interés, como si hubiera algo en lo que estoy a punto de decir que atrae totalmente si atención.

—Sí —asiento—. Te escuché tocar por algunos minutos antes de desmayarme. Era una mezcla de algo inusual pero impactante.

— ¿Una mezcla?

—Sí, de sentimientos. Para mí fue como... como gritar por un acuerdo de paz en medio de la guerra.

—Interesante —me dice elevando una ceja, como si estuviese dándole muchas vueltas a lo que acabo de decirle, después de algunos segundos pregunta—: ¿Qué se te antoja para comer?

—No o sé —murmuro y me encojo de hombros—, quizá deberíamos preguntarles a nuestros acompañantes.

A un par de metros de distancia están Mateo y Hannah, ambos se apartaron de nosotros en el justo momento en que el coqueto moreno le sonrió a mi amiga.

Al prestar un poco más de atención a nuestro entorno me percato de que estamos caminando por unas calles que me son totalmente desconocidas y pienso en que sería fascinante conocer un poco más de este impresionante lugar.

Quizá un día de estos salga a echar un vistazo para familiarizarme más con este país, mi nuevo hogar.

Fijo mi mirada en mis pies por puro instinto e intento concentrarme en otra cosa que no sea el chico rubio que camina a la par de mí. Todo en él es nuevo para mí, extraño y completamente delirante. ¿Qué me está sucediendo?

—... ¿no crees? —me cuestiona tranquilamente.

—Uh... Lo siento, ¿qué decías?

— ¿No me estas prestando atención? —se ríe, y me doy cuenta de que en eso también es diferente a Axel.

—Perdón, no —le confieso.

—Te decía que al parecer Mateo y Hannah se han gustado mucho —me guiña.

— ¿Por qué lo dices? —pregunto y frunzo el ceño al darme cuenta de que se han esfumado. Rayos, eso significa que me he quedado a solas con Luke.

—Se fueron —sonríe.

—No me he dado cuenta —murmuro y me detengo.

—Has estado muy distraída —me dice poniéndose frente a mi—. ¿Te pasa algo? ¿Acaso te pongo nerviosa?

—No. No es... Estoy algo cansada, es todo. Como sea, vayamos a comer, me estoy muriendo de hambre —le miento únicamente para cambiar de tema.

Two of You; Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora