CAPÍTULO 37. ||LUKE||

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Sé que quizá esté yendo demasiado rápido con todo esto, pero es tan cierto lo que le dije, me he enamorado de ella prácticamente desde el justo momento en el que se desmayó frente a mí. Su sonrisa es tan dulce y a diario me da tantas razones para amarla que no quiero perder ni un segundo a su lado. Me gusta la forma en la que se las ingenia para ser coqueta, es preciosa y su risa es lo más perfecto que he escuchado en toda mi vida.

Justo ahora está terminando de comer, esta vez ambos hemos elegido enchiladas de mole y sé que mi pequeña traviesa se está volviendo una adicta a la comida mexicana... Alto, ella sólo puede ser adicta a mí.

—Deja de sonreír de esa forma si no vas a decirme en qué estás pensando, Hemmings.

—Pensaba en ti —sonrío y la miro fijamente.

— ¿Ah sí?

—Sí, no me has respondido —guiño y termino mi comida.

— ¿Me das un poco de tu refresco? —pregunta y me sonríe de una forma... woo.

—Claro —respondo y le doy mi botella—. ¿Vas a seguir dándome evasivas?

Ella me mira fijamente, no dice nada pero puedo percibir un brillo en sus ojos que no tenía cuando la conocí, pensar en que yo soy el causante de ello me hace sentir el chico más feliz y afortunado del mundo. ¡Diablos!, ésta chica complementa mi vida de una forma que nunca había creído posible, la amo tanto.

—Sí.

— ¿Por qué? —pregunto confundido.

—Porque me lo has pedido —guiña y después se limpia los labios con la servilleta.

—No te he pedido que me des evasivas —murmuro en protesta.

—Me has pedido que viva contigo —se encoge de hombros y frunzo el ceño.

—No te estoy entendiendo, guapa —murmuro y recargo los codos sobre la mesa.

—Luke, Luke, Luke —suspira como si estuviera fastidiada, pero sé que no es así, se está divirtiendo—, me has preguntado una cosa y te he dicho que sí.

—Entonces... ¿vas a seguir dándome evasivas?

—Te he dicho que me voy a vivir contigo, ¿qué no entiendes? —ríe.

La miro y de nuevo frunzo el ceño, esta coquetilla se está riendo de mí. Primero me confunde y ahora se ríe de mí... bien, cuando lleguemos a casa le haré cosquillas. Le sonrío y tomo su mano por encima de la mesa, su piel es suave y tersa. Ella me da un apretón y después acaricia mis dedos lentamente.

— ¿Cuándo te mudas?

—Cuando me quieras ayudar a llevar mis cosas —sonríe.

—Hoy es lunes... podría ser hoy —guiño.

— ¿Tienes prisa?

—No quiero que te arrepientas, es todo —sonrío y beso sus nudillos.

— ¿Terminaron? —murmura mi amigo Brad, apareciendo de pronto.

—Sí —sonríe ____—. Todo ha estado delicioso. No me sacarás nunca de aquí, Brad.

—Qué bueno que te gustó la comida, preciosa —sonríe mi amigo en respuesta—. ¿No saldrás de aquí? Perfecto.

Me estoy poniendo celoso.

—Podrías chantajearme con la comida —responde ____ y le sonríe más de lo necesario.

Muy celoso.

—Entonces volveré ahí adentro y cocinaré sólo para ti, ____.

¿Celoso? Ja. Ja. Ja. Más le vale a Brad callarse un poco.

—Lástima que ella se irá a vivir conmigo —murmuro, rompiendo cualquier tipo de charla entre ellos

—La comida me resulta más atractiva —responde ____.

— ¿Ves, Luke? Para conquistar a una chica hay que saber cocinar.

—Bueno, ¿nos vamos? —murmuro con un pequeño enfado.

—Ah... claro —responde _____ y la sonrisa desaparece de su rostro.

—____, ¿me das un segundo a solas con Lucas?

—Eh... claro —responde—. Adiós Brad y gracias por la comida.

—Adiós, bella —sonríe y besa su mejilla.

—Te eh... espero afuera, Luke —murmura y sale del lugar.

— ¿Qué te pasa, Lucas? —Pregunta Brad—, sé muy bien que ella es tu chica, no te sulfures.

— ¿Qué me pasa de qué? —pregunto haciéndome el desentendido.

—Te estoy viendo y te conozco, no me metería con tu chica, Luke. Sólo bromeábamos.

—Lo siento, Brad... sólo... creo que me he enamorado de ella.

—Eso es obvio, tonto. Ahora vete y no la dejes más tiempo allá afuera sola —sonríe y me da una palmada en la espalda.

—Gracias Brad —sonrío y le pago por la comida.

—Adiós, amigo —sonríe.

Camino lentamente hacia la salida meditando las palabras de mi amigo, él tiene razón, no hay ningún motivo para que yo me ponga celoso... Diablos. ____ está esperándome afuera, su semblante tiene una leve chispa de preocupación y creo que ella también se ha dado cuenta de los efectos de los celos que tuve hace unos minutos.

Me acerco a ella y tomo su mano, me acerco a besar sus labios y ella rápidamente me abraza.

—Perdóname, yo... sólo jugaba —murmura suavemente.

—No, perdóname tú a mí —sonrío—, no debí haberme puesto así.

—Luke...

—No, guapa. Sólo creo que me estoy enamorando mucho de ti.

—Si te sirve de algo... yo también estoy muy enamorada de ti, Hemmings —sonríe y se aferra a mí.

—Me sirve de mucho —suspiro y la beso en la frente.

—No tienes por qué sentirte celoso, Luke. Te quiero más que a nadie.

—Yo también te quiero, guapa.

¿Hasta cuándo voy a tenerme que guardar el “te amo”? no quiero asustarla y ya creo que en este momento ambos estamos dando un paso demasiado grande al vivir juntos, pero nada importa, lo único que sé es que quiero tenerla conmigo, cerca de mí y poder abrazarla todo el tiempo.

Caminamos en dirección a su apartamento, el sol se ha ido escondiendo poco a poco y me siento feliz gracias a ella. He tenido un fin de semana perfecto al lado de mis amigos y he podido hablar con mi papá... todo va cuesta arriba y no hay nada más.

Al final del día únicamente vamos a ser ella y yo. ¿Saben? Ella me hace feliz. 

Two of You; Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora