Two of You; Luke Hemmings.

CAPÍTULO 33.

Tamara se pone de pie y me mira como si quisiera asesinarme. Aún no logro entender el modus operandi de ésta chica, pero me parece de muy mal gusto que aún después de saber que Luke sale conmigo, ella siga insistiendo.

—Mira idiota, no voy a dejar que vengas aquí a espantar nuestra tranquilidad —murmura aquella chica a la que le he agarrado un pequeño odio.

—No me vas a hablar así —respondo rápidamente.

—Yo te hablo como se me dé la gana, niñita tonta —escupe, es una víbora.

— ¡Mira...!

—____... —Luke me interrumpe de nuevo y me agarra del brazo por tercera ocasión.

— ¡Basta, Luke! —lo miro, furiosa y me suelto.

— ¿Por ésta poca cosa me has dejado? —le espeta la rubia a Luke.

—Tamara no pude haberte dejado porque nunca tuvimos nada y no voy a dejar que hables así de _____.

Me doy media vuelta dispuesta a dejar todo esto por la paz, los chicos me miran con preocupación y dos segundos después estallo furiosa.

Sí. La perra rubia que ama locamente a Luke me jalonea del brazo con una fuerza increíble. Me volteo para mirarla y le doy una bofetada, la mano me escuece pero no me importa, algún día tenía que desquitarme de la vez que me agredió en la fiesta.

Ella se avienta sobre mí y ambas caemos al piso, le jalo el cabello y la golpeo, rápidamente alguien la aparta de mí. Ashton, Calum y Michael me ayudan a levantarme y veo como Luke y Mateo sostienen a las... chicas esas por la cintura. Brad salta por encima de la barra y nos mira confundido. Los pocos comensales que hay se han quedado en completo silencio mirándonos de la misma forma.

— ¿Qué pasa aquí? —pregunta el chico de la cabeza rapada.

—Ésta idiota... —murmura Tamara y se revuelve en los brazos de Luke, intentando zafarse.

— ¡Hey, no! —Le pide Brad—. No insultas a nadie en mi restaurante, y menos a una chica como ____.

—Vamos —les digo a los chicos y ellos asienten de inmediato—. Gracias Brad, creo que dejaremos la comida para otra ocasión.

—Adelante, bella —sonríe con culpa y después se voltea hacia Tamara, Mateo, la chica esa y Luke.

Nosotros salimos del restaurante y no sé si sea demasiado estúpido de mi parte, pero anhelo con muchas fuerzas que Luke venga detrás de nosotros. Estoy condenadamente enfadada con él, pero ayudaría más que viniera con nosotros a que se quedará ahí deteniendo con su cuerpo a la chica más indecente del planeta.

Comienzo a enumerar las cosas que me han hecho enfadarme... Uno: defendió a su amigo a pesar de saber que yo tenía razón; dos: impidió que dijera todo lo que tenía que decirle a aquella tripleta; tres: me sostuvo del brazo intentando detener mi furia; cuatro: no vino con nosotros.

El silencio se cierne sobre nosotros y les agradezco mentalmente a los chicos porque apenas soporto al millón de voces que grita tontería y media dentro de mi cabeza. Lamento haber arruinado la única tarde que los chicos tenían aquí.

—Lo siento —susurro.

—No tienes nada que sentir, linda —murmura Calum y me abraza por los hombros—, has hecho lo correcto.

— ¿Quieren dar un paseo? —propongo.

—Claro —responde Michael y sonríe.

—No conozco mucho por aquí y si nos perdemos no será mi culpa —sonrío.

—No importa, ____ —me dice Ashton suavemente.

Caminamos por distintas calles de Nueva York, los chicos tienen mucha hambre así que en cuanto encuentran un carrito de hot-dogs se acercan a comprar, quisiera animarme un poco pero no puedo y la constante vibración de mi celular que me alerta de las llamadas me lo hace aún más difícil. No quiero sacar mi celular de la bolsa porque sé que si es Luke voy a responderle y no tengo idea de a dónde vaya a terminar esto.

— ¿No quieres? —me pregunta Calum.

—No, Cal —sonrío—, gracias.

—Si te sirve de algo... yo creo que hiciste lo correcto —me dice Ashton antes de darle un mordisco a su comida.

—Gracias chicos —sonrío—, y perdónenme por haber arruinado su tarde aquí.

—Con haberlos visto a ambos tenemos de sobra, ____ —murmura Michael.

—Ya, venga —sonrío e intento hacer un esfuerzo para animarme un poco—, hagamos algo divertido.

—Pero antes contéstale —Calum me codea y asiente.

—Hazlo tú —respondo.

—Bien, dame el teléfono.

Saco el celular de mi bolso y se lo doy a Calum, el me guiña y después contesta.

—Hola... sí... creo... no lo sé, inteligente... bueno, adiós.

— ¿Qué te dijo? —pregunta Michael.

—Me preguntó que si estábamos con ____, que si ella estaba enfadada, quería saber en dónde estamos... y ya —sonríe como un pequeño y luego me regresa el teléfono.

Después de dar un largo paseo por el Times Square todos estamos demasiado cansados, a los chicos les ha impresionado mucho la ciudad, como a mí la primera vez que paseé por aquí.

Han comido demasiadas chatarras y han reído hasta que les dolió el estómago. A pesar del pequeño contratiempo que tuvimos al principio nos hemos divertido demasiado, yo los extrañaba y me alegro de que estén aquí aunque sea por muy poco tiempo.

—Cuando empiecen las vacaciones vendré a pasarlas aquí —dice Calum mientras bajamos del taxi.

—Yo estoy contigo —coincide Ashton.

—No olviden que yo vengo incluido —murmura Michael y me sonríe.

—Estaría más que feliz de recibirlos aquí de nuevo —sonrío.

— ¿No piensas volver a casa?

—No, Cal... No si él no quiere.

— ¿Te has enamorado? —pregunta Mike.

—Supongo —suspiro.

—Es algo loco, ¿no lo crees? Anduviste con su hermano y... —Ashton se calla cuando el codo de Calum impacta contra su estómago.

—Bueno, nosotros estamos felices de que seas feliz con nuestro amigo —repara Michael.

— ¿Cómo están las chicas? —pregunto.

—Todas ellas están enfadadas contigo porque te fuiste sin avisar —informa Calum.

—Amanda, Eli, Mel y Vanessa merecen que las llames, ____ —murmura Ash.

—Las llamaré pronto —sonrío.

Los cuatro caminamos hacia la entrada del edificio en el que está mi apartamento, creo que los chicos tienen razón y mis amigas se merecen una llamada y una explicación. Por primera vez creo que mi huida de Sídney fue un poco egoísta, en aquel momento sólo me preocupé por lo que yo estaba sintiendo, no me detuve a ver por lo que estaban pasando las demás.

—No quiero que se vayan —murmuro y comienzo a buscar las llaves del departamento en mi bolso.

—Vamos a vernos pronto, _____ —me dice Michael.

—Espero —susurro.

—_____...