«Me esfumaré de tu vida», eso fue lo que él dijo antes de acompañarme hasta aquí. Cuando llegamos a la puerta del edificio se fue sin siquiera decir adiós. No sé en dónde me deja eso, pero creo que está cerca de mi egoísta e inocuo mundo de sufrimiento. Me siento extraña, es inexplicable la sensación que rebota de un lado a otro por todo mi cuerpo.
Luke, Luke, Luke. ¿Es posible que me esté pasando esto?
Hace un mes enterré a Axel, a aquel chico risueño y soñador que me encantaba, que me llenaba de una forma inexplicable, ambos compartíamos algo demasiado especial, demasiado grande y sofocante. Y la vida terminó arrasando con todos nuestros sueños.
Hace dos días conocí a un chico, Luke. Un chico fuerte, de carácter rudo, pero con un pasado que lo lastima, ese chico me hace sentir de una forma inexplicable, no compartimos nada en común, pero hay algo enorme que está a punto de aplastarme si me alejo de él. ¿Es lástima por lo que me ha dicho? ¿Es que anhelo tanto el reemplazo de Axel?
No sé si esté loca por preocuparme demasiado por alguien a quien apenas conozco. Luke tiene una esencia que me insta a estar con él. No sé si esto sea bueno. No sé si sea lo correcto después de haber tenido una relación con su hermano. Tengo miedo de que él me atraiga de una forma nueva. Tengo miedo de todos los absurdos sentimientos que no sé cómo explicar. Quiero desaparecer de la faz de la tierra.
Siento una enorme furia en mi interior al pensar en el dolor que los Hemmings le han causado a su hijo, pero, ¿también sentiré esa furia hacia Axel? Quiero más jodidas respuestas de las que están disponibles.
Quiero también volver el tiempo atrás y preguntarle a Luke porqué le dijo a aquella chica que yo era su novia. Y quiero saber qué fue lo que le llevó a decirme que se esfumaría de mi vida. ¿Es que hice algo mal?
El doctor que trataba a mi tía Kimberly cuando estaba metida en drogas siempre decía: «La aceptación es el comienzo de la solución a cualquier problema».
Quizá sea momento de que yo empiece a aceptar un par de cosas para intentar solucionar todos y cada uno de los problemas que proclaman algo de atención en mi vida. Necesito poner todos los puntos en las íes para estar más tranquila y segura con el rumbo de mi vida.
Es algo escalofriante y confuso, pero ahora, cada que cierro los ojos veo los ojos de Luke, no los de Axel, es más, podría decir que ya ni recuerdo el tono exacto.
Soy un mar de incomprensión, cada uno de mis pensamientos me deja aún más loca, y el que le sigue es completamente peor. Creo que ahora sí necesito un psicólogo.
Tomo mi cartera y me doy cuenta de que he conservado la tarjeta del doctor Stewart Vélez, mi madre me la dio un par de días antes de obligarme a ir a su consulta.
Saco mi celular y marco, son quince horas de diferencia, así que en Sydney, la tarde está en pleno apogeo.
—Doctor Vélez —responde al segundo tono. Su voz es pausada y tranquila.
—Buenas tardes doctor Vélez, soy ____ Timber. Estuve en su consultorio hace algún tiempo, con mi madre. Yo no podía hablar.
—Ah, sí. Tengo algún recuerdo de ti y por lo que veo has mejorado.
—Yo creo que todo lo contrario —suspiro.
—Si puedes hablar de nuevo, puedo concluir que el shock que tenías se ha ido y lo que sea que lo haya ahuyentado es perfecto para tu vida.
—Verá... necesito que me dé una cita telefónica. Ahora mismo estoy en un lugar en el que son las once de la noche, lejos de casa y tengo la mente hecha un lío.
—Has llamado en un buen momento —suspira—. Dime.
— ¿Recuerda que mi madre le dijo que mi ausencia del habla quizá había sido provocada por la muerte de mi novio?
—Sí.
—Axel murió y me fui de Sydney. Hace un par de días me encontré con un chico muy parecido a él. Resulta que son hermanos gemelos y que Luke... éste nuevo chico huyó de su casa hace algún tiempo porque sus padres lo hacían menos con respecto a su hermano... comparaciones y ese tipo de cosas.
»He estado sintiendo cosas... es confuso, demasiado. Luke... Dios. No sé ni cómo decirlo. Me hace sentir algo. Pero tengo miedo de que sea algo desesperado por volver a sentirme como lo hacía con Axel, tengo miedo de que esté mal... tengo miedo de creer que me guste Luke cuando sea sólo el parecido físico con Axel.
—Bien, _____. No te sientas confundida, dime, ¿has pensado en Luke como Axel?
—No. En ningún momento. Pero tengo miedo de que mi subconsciente sea el que los confunde.
—Cuando estás con éste chico, Luke, ¿te sientes distinta o de la misma forma que te sentías con Axel?
—Es diferente... extraño. Sus personalidades difieren en todo.
—Estás cayendo en una contradicción entonces. Dices que tienes miedo de que te guste Luke pensando en que es el parecido a Axel. Pero te sientes distinta al comparar el uno con el otro. No hay nada de extraño sólo aclara tus pensamientos.
—Sólo tengo dos días de conocerle y...
—_____... podrías enamorarte de alguien en menos de una hora y sería totalmente normal. No te sientas mal si estás atraída por ese chico. Eres joven y mereces una nueva oportunidad.
—Gracias doctor.
—Sólo ordena bien tus pensamientos. No hay nada de malo con los sentimientos que empiezas a sentir por ese chico.
— ¿No está mal? Digo... salí con su hermano y...
—Y lamentablemente murió, piensa que son chicos que no compartían ningún lazo. Es natural, _____.
—Bien, muchas gracias. Siento quitarle su tiempo y le prometo que cuando esté por Sydney pasaré a pagarle la factura de esta consulta.
—No te preocupes, ____. Si necesitas algo más no dudes en llamar.
—Gracias, hasta luego.
Vaya que eso me ha dejado aún peor. Mi mente está revuelta, y no puedo pensar con claridad. Creo que es mejor que duerma antes de que esté destinada a volverme loca por las telarañas que se acumulan sin remedio alguno dentro de mi cerebro.
Camino rápidamente hacia el baño y me limpio el poco maquillaje que me puse más temprano, después de todo creo que fue una linda noche. Hay que mantener siempre lo positivo.
Mi mejilla aún está un poco roja debido a la cachetada que me dio aquella mujer, se me hinchará un poco.
Una vez que me he cambiado de ropa voy directo a la cama, mi cuerpo agradece de inmediato la suavidad del colchón y me tapo con las cobijas. Tomo mi celular del buró y lo desbloqueo, me quedo mirando la pantalla por algunos segundos y la verdad, no sé ni siquiera qué estoy esperando. Decido enviarle un mensaje:
"¿Qué fue lo que pasó?"
Sinceramente no sé a dónde se dirige exactamente esa pregunta. Me siento estúpida pero ahora ya no hay nada que pueda hacer para detener el envío de ese texto. Suspiro y me siento derrotada, nunca me había sentido así. No sé porque de pronto hay nuevas sensaciones dentro de mi cuerpo. Todo comenzó hace dos días, con un labio perforado, jeans rotos, playeras holgadas y una apariencia de estrella del rock.
¿Tendrá razón el doctor Vélez? ¿Será posible enamorarse de alguien en menos de una hora? ¿Es posible que esté pensando en la posibilidad de estar enamorada de él?
Sigo teniendo menos respuestas de las que me gustaría tener. Mi celular vibra entre mis manos y cierro los ojos, no tengo ni idea sobre su respuesta pero aun así estoy nerviosa.
"Pasó algo que en definitiva no debía suceder."
��;���
ESTÁS LEYENDO
Two of You; Luke Hemmings.
FanfictionAmar a veces es más difícil de lo que podría parecer. Te acostumbras tanto a una persona que sientes que el mundo termina si algo le sucede. Así que... ¿Qué pasa cuando el destino se ensaña contigo y aplasta tu historia de amor? ¿Qué si te convences...