Two of You; Luke Hemmings.

CAPÍTULO 55.

Entrecierro los ojos en dirección a la señorita que está hablando sobre el estrado. Una furia pequeñita comienza a expandirse muy dentro de mí, y desearía poder subir y arrastrarla del cabello por todo el campus. El tiempo se congela o eso me parece a mí.

Mi corazón se detiene inmediatamente cuando alguien al frente se pone de pie. Lo sé, Luke se ha puesto de pie. Hannah me mira, escucho que los chicos murmuran y nada más, la gente está en silencio, maravillada con lo que ha dicho Tamara sobre el amor.

Luke no vuelve su mirada hacia atrás cuando comienza a pasar por delante de los chicos sentados para llegar al pasillo, casi me atraganto y aquella pequeña furia ya está muy lejos de tener un tamaño pequeño. Él se queda parado en el pasillo y mi pulso se acelera al pensar en que él comience a caminar hacia ella. No, no, no.

Me encojo en mi lugar y cierro los ojos, no soy capaz de resistir verlos a ambos... el tiempo sigue pasando muy lentamente, poco después Hannah me da un codazo, giro mi cabeza para mirarle y después me hace una seña para que voltee al lado contrario. Ahí, al lado del pasillo está Luke, tendiéndome su mano.

Salgo de mi ensueño de golpe y parpadeo unas cuantas veces, él de verdad está ahí. Me pongo de pie y paso frente a algunas personas para llegar a su lado. Él suspira como si estuviese cansado de todo lo que está pasando y me da un apretón en la mano, ni eso sirve para tranquilizarme tan siquiera un poco.

Por un momento pienso que nos vamos a ir de la ceremonia pero se me hace un nudo terriblemente grande en la garganta cuando me doy cuenta de que está tirando de mí hacia el estrado. Me niego a seguir caminando y él se gira hacia mí.

—Sólo camina, por favor —susurra.

Miro a mí alrededor y me siento demasiado incómoda al darme cuenta de que todas las personas nos están mirando. Siento el calor que poco a poco inunda mis mejillas y agacho la cabeza, siguiendo de nuevo a Luke.

Tres escalones pequeños nos llevan hacia aquel escenario improvisado. No puedo levantar el rostro, no puedo ver a nadie porque estoy roja de la rabia, el coraje y la vergüenza.

—Tamara... —es Luke, hablando por el micrófono—. No creas que no me siento alagado por lo que acabas de decir, eres una chica muy bonita, pero lamento tener que decirte que yo he encontrado el amor con alguien más.

—Luke... —murmura ella—. ¿Qué pasó con lo sucedido entre nosotros?

—Eh... Tamara —le dice sin utilizar el micrófono esta vez—, creo que deberías olvidarlo, nunca hubo nada serio, para con esto, por favor.

— ¡No voy a parar con nada! —grita ella, su voz me provoca jaqueca, aún sigue utilizando el micrófono, como si le diera placer que todos escucharan su rabieta.

—Tamara... —pide Luke, nuevamente.

— ¡No!, y menos cuando ésta zorra llegó a destruir lo que había entre nosotros...

¡Mierda!

 

—Si mal no recuerdo, entre ustedes no había nada —murmuro, levantando la cabeza y mirándola desafiante.

No hay más ruido que nuestras voces, la gente está estupefacta escuchando atentamente la escena que estamos armando. Pero ya he comenzado y ahora no puedo detenerme, no cuando ésa tipa me ha insultado públicamente, enfrente de muchísimas personas.

—Tamara, deja de humillarte —le digo—, nunca hubo nada entre tú y él, ya te lo dijo.

— ¡Vete al demonio! —me espeta.

Un directivo se coloca frente a la chica y le arrebata el micrófono de las manos. Luke me insta a bajar de nuevo del estrado y... no puedo más. Me zafo de su mano y comienzo a dar grandes zancadas para salir del auditorio. Escucho que me grita pero lejos de lo que los tres hemos dicho, esto ha sido jodidamente demasiado.

La gente murmura cosas estúpidas mientras salgo de aquel lugar, alguien viene detrás de mí pero no tengo ánimos para voltear a averiguar quién es. Me quito los malditos zapatos y comienzo a correr sin ninguna dirección en específico, sólo quiero estar sola, lejos de toda la mierda de Tamara y aún más lejos del show que acabamos de dar.

Cuando llego de nuevo al pasto encuentro un árbol enorme y le doy la vuelta para sentarme, con la esperanza de que me pueda ocultar por si alguien intenta buscarme. Me recargo en él y deslizo la espalda por la corteza hasta que estoy completamente sentada. No sé qué pensar, no sé qué hacer, sólo siento demasiada vergüenza de todo aquello.

Alguien se sienta a mi lado y levanto la cabeza para encontrarme con Hannah, no dice nada y se lo agradezco infinitamente, sólo quiero pensar un poco. Recargo mi cabeza en su hombro y ella sólo se queda ahí, como escuchando la forma en la que vuelan mis pensamientos.

Su celular suena y me sobresalto, he perdido la noción del tiempo completamente. Segundos después me doy cuenta de que está hablando con Mateo.

—Sí... —murmura ella—, sí, dile que estoy con ____, sí. Bueno, adiós.

— ¿Qué pasó? —pregunto.

—Luke no sabe a dónde fuiste y bueno... creo que se preocupó un poco.

—Lo siento —murmuro sin saber exactamente por qué me estoy disculpando.

—No pasa nada —suspira—. ¿Quieres hablar?

—Quiero golpearla —suspiro.

—En tú lugar yo estaría igual, te comprendo, pero Luke no tiene la culpa.

—Yo sé que no —susurro—, él sólo intentó detenerlo todo. Nunca he creído que él sea el culpable.

— ¿Entonces por qué has salido corriendo de ésa forma?

—Quería alejarme de todo —suspiro—, pensar un poco, simplemente. Tamara me ha insultado públicamente y no quería quedarme ahí.

—Después de que te fuiste, Luke pidió una disculpa y dijo algo muy lindo —sonríe.

— ¿Qué dijo? —pregunto, sorprendida.

—Pues... dijo algo sobre Tamara primero —murmura indecisa.

— ¿Qué dijo?, dime.

—Dijo... que ella era una chica linda, con un valor enorme, pero que él no podía corresponderle... porque...

— ¿Por qué?

—Dijo... “Tamara, yo no puedo corresponderte porque estoy tremendamente enamorado de la persona a la que acabas de insultar. Es algo que no te voy a permitir una vez más, porque ella es... mi vida.”

— ¿Eso dijo? —pregunto, sintiendo como mi corazón se derrite poco a poco.

—Sí.

—Vaya... —suspiro.

—Ahora creo que debes hablar con él, quería venir detrás de ti pero no creí que fuera un buen momento.

—Gracias —murmuro sintiendo mis ojos llenos de lágrimas.

—De nada, ____. Vamos.

Ambas nos ponemos de pie y le doy un abrazo. Ella me ha dado únicamente lo que yo necesitaba; apoyo y unas cuantas palabras de aliento.

Me coloco de nuevo los zapatos y mi celular comienza a sonar. Miro la pantalla y la imagen de Luke aparece frente a mis ojos.

—____ —murmura en cuanto respondo el teléfono. Su voz cargada de preocupación me hace sentir como la mierda, por haberle dejado ahí.

—Luke...