Two of You; Luke Hemmings.

CAPÍTULO 40.

Luke me besa apresuradamente cuando llegamos al edificio de arquitectura y se va trotando rápidamente porque faltan únicamente tres minutos para que dé comienzo su primera clase. Hay una felicidad plena e inexplicable en todo lo que movió mi fin de semana. Fue una locura, de seguro que sí. Miro mi reloj y me doy cuenta de que aún falta un poco para que yo tenga mi primera clase, así que decido vagar un rato. Camino por el extenso pasillo viendo pasar a unos cuantos chicos, a algunos los ubico porque son de mi clase, pero nunca les he hablado.

Hannah pasa frente a mí sin darse cuenta de mi presencia y se detiene unos dos metros adelante para charlar con un chico. Me acerco a ellos y Hannah me sonríe de inmediato.

—Hola desaparecida —musita graciosamente.

—Hola Hannah —sonrío.

—____, ¿verdad? —pregunta el chico moreno que está con ella.

—Claro —sonrío—. Hola.

—Yo soy Ian, pero quizá lo sepas, tomamos clases juntos y...

—Sí, sí —le corta Hannah—. ¿Dónde te metiste ayer?

—Vinieron unos amigos de Sydney —sonrío al pensar en ellos—, larga historia.

—Bien, tienes que contármela antes de que entremos al salón.

—Claro —río.

Ian mira de una forma graciosa a Hannah y después se despide ligeramente de nosotras. No sé si sea un buen momento pero tengo que decirle a Hannah lo que descubrí sobre Mateo. Caminamos hasta una banquita y nos sentamos. El sol está detrás de nosotras y calienta mi espalda de una forma placentera.

— ¿Qué pasa? —pregunta cuando ve mi cara de preocupación.

—Hannah..., vi a Mateo con otra chica —suelto rápidamente.

— ¿Cómo? —pregunta, está sorprendida.

—Sí... bueno, fuimos a comer al restaurante de uno de los amigos de Luke... y ahí estaba él con una chica y se besaron.

—Pero...

—Tenía que decírtelo Hannah —suspiro.

—Eh... sí —sonríe a medias—, gracias, _____.

—Casi le echo bronca, pero Luke me detuvo.

—Está bien —murmura mirando hacia el piso—, creo que me gustaba demasiado.

—Lo sé, te había visto con él... no me hace gracia alguna que te esté lastimando Han.

—Está bien, ____ —suspira—. Ahora sólo vayamos a clases.

—Bien.

El silencio entre nosotras es un poco incómodo, pero sé que he hecho lo correcto advirtiéndole de lo que hizo Mateo. Caminamos esquivando a algunos chicos que llevan prisa, uno de ellos me empuja sin querer y yo choco contra alguien que está frente a mí.

—Lo siento —murmuro de inmediato.

—No te preocupes —Ian me sonríe y después se espera para caminar a la par de nosotras.

—Esfúmate Ian —le dice Hannah con una mueca de diversión.

— ¿Por qué eres tan bruja? —le pregunta el chico y contengo mi risa.