CAPÍTULO 66.

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Cuando volvemos de la graduación de los chicos voy directo a la habitación provisional que me ha prestado Calum, me siento un poco mejor pero el cansancio sigue ahí, creo que debería dormir un poco ahora.

Un par de golpes en la puerta me espantan demasiado cuando me encuentro bajando la cremallera del vestido. Nuevamente la intento subir pero parece que se ha atorado...

—Pase —bufo y me siento en el borde de la cama. Por fin puedo terminar de subir cierre.

Luke abre la puerta y me sonríe levemente, no tengo idea de qué hace aquí pero me estoy poniendo nerviosa bajo su intensa mirada.

— ¿No saldrás a la celebración de los chicos? —me pregunta de una forma tímida.

—No, estoy cansada —espero que capte la indirecta y se retire.

— ¿Pero si pensabas ir a la de tu “amigo”? —murmura en tono más serio, haciendo comillas al referirse a Wesley.

—La verdad es que no.

Él se adentra más en la habitación y se recarga en el borde del tocador. Frente a mí. Demonios. Suspiro pesadamente y miro mis pies, no le puedo aguantar la mirada ni siquiera por tres segundos.

De pronto él empieza a reír y lo miro con el ceño fruncido, no tengo idea de lo que le causa gracia pero por alguna razón que se ría ante las situaciones me pone un poco furiosa.

— ¿Qué se te hace tan gracioso, Luke?

—Le diste tu número a aquel imbécil y tu teléfono está hecho trizas en el bote de la basura —murmura y señala con la cabeza hacia el cesto.

—Deja de reírte, por favor. Y no tienes ninguna razón para insultar a Wesley.

—Sí la tengo, quiere lo que es mío.

— ¡Mierda, Luke! No soy tuya, ni de tu propiedad.

Salgo furiosa de la habitación y camino a grandes zancadas sintiéndolo detrás de mí. Me acerco a las chicas y las miro algunos segundos, ellas están con un par de conocidos suyos. Aparto a Vanessa tomándole del brazo y ella me mira con intriga.

— ¿Qué pasa? —murmura.

— ¿Tienes el número de Wesley? —susurro.

— ¿Qué? —pregunta frunciendo el ceño.

— ¿Que si tienes el número de Wesley Stromberg? —repito pero ahora en un tono más alto.

—Sí, ¿por?

—Dámelo, por favor.

— ¿Para qué?

—Le di el número de mi teléfono pero tú sabes lo que le paso, necesito llamarle.

— ¿Iras con él?

—Sí —asiento no muy convencida.

— ¿Por qué? —pregunta extrañada.

— ¿Me lo das o se lo pido a alguien más, Vane?

—Bien, bien —bufa—. Llámale desde mi celular.

—Gracias —suspiro.

Me aparto un poco, pasando en frente de Luke. No sé sinceramente qué estoy a punto de hacer pero mi corazón late frenéticamente. La música no está muy alta así que puedo llamar cómodamente desde donde estoy. Entro a la aplicación de contactos en el teléfono de Vanessa y busco en la letra “W”, casi muero de risa cuando miro que, debajo de su nombre, mi amiga le ha puesto como apodo “Chico brazos irresistibles”.

Con mis manos temblorosas oprimo llamar...

—Vanessa de Irwin —murmura la voz suave de Wesley.

—En realidad soy yo —río—. _____.

—Ah, ____ —suspira—. Te estuve marcando...

—Sí... eh... traía varías cosas en la cabeza cuando te di mi número que no recordé que estaba descompuesto y...

— ¿Vienes? —cuestiona y puedo percibir su sonrisa aunque no lo esté viendo.

—Uh... sí —suspiro.

— ¿En dónde estás? Iré por ti.

—En casa de Calum... ¿necesitas la dirección?

—No. Sé dónde vive.

—Bien...

—Te veré en unos minutos, ____.

—Gracias Wes.

Cuelgo y me quedo unos segundos viendo a la nada. Alguien —Luke— me toma de la mano y brinco de la sorpresa, lo miro de reojo y él simplemente está observándose los pies. Sus tenis son negros y están rasgados de algunas partes, como su ropa en general. Él es demasiado guapo, siempre lo he creído así.

Un suspiro proveniente de él me provoca unas terribles ganas de llorar, pero no lo haré, no quiero sentirme débil de nuevo.

—No vayas.

—Luke...

—Te amo, por favor, quédate aquí y hablemos.

—Sabes que yo también te amo, Luke. Sólo iré a pasarla bien con amigos que no veía hace mucho.

—Aquí están tus verdaderos amigos. Y si me amas, vuelve a mí... —susurra.

—Luke...

Por puro instinto dirijo mi mirada hacia la puerta y ahí está parado Wesley, con una chamarra de cuero y una gorra de visera plana que dice “YUMS”. Me mira y después mira por menos tiempo a Luke.

Me suelto del agarre del chico que mueve mi corazón y lo observo fijamente, sé lo que haré.

Iré con Wesley a despejarme un poco y cuando vuelva... cuando vuelva tendré una nueva esperanza para arreglar lo nuestro, quiero explicarle lo primero que pensé cuando vi a su madre pidiéndole perdón, quiero aclarar las cosas y volver a besar sus labios.

—Quédate —susurra.

—Volveré, Luke —sonrío levemente y después me estiro para besar su mejilla.

Me alejo poco a poco de él y Wesley me mira con una sonrisa enorme.

—Hola, ____.

—Hola, Wes.

— ¿Qué pasa contigo y Hemmings?

—Nada y quizá mucho —suspiro.

— ¿Necesitas hablar con alguien?

—Creo que eso sería muy bueno —asiento.

—Bien, entonces vayamos a otro lugar. Es un bar pequeño y tranquilo.

—Perfecto, gracias Wes.

—Vamos, ____.

Nos subimos a la moto de una forma bastante rápida, y me prometo mentalmente que cuando vuelva tendré una sonrisa plantada en el rostro y la mejor disposición para volver a besar a Luke. 

Two of You; Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora