CAPÍTULO 34. |LUKE|

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Sus labios acarician mi nombre de una manera tranquila y Calum le quita las llaves de las manos para entrar al departamento, Ashton y Michael le siguen y cierran la puerta antes de que ella pueda tan siquiera moverse, está únicamente parada frente a mí mirándose los pies, es lo que hace cuando está nerviosa, he podido darme cuenta de ello en el tiempo que hemos pasado juntos.

Cuando hablé con Cal hace un rato él me dijo que creía que ____ estaba un poco enojada, a decir verdad no entiendo nada, cuando salí del restaurante de Brad, después de aclararle a Tamara que no había nada entre los dos, ellos ya se habían esfumado, le llamé un millón de veces a su celular y sólo obtuve respuesta cuando me contestó mi amigo.

—____... —murmuro de nuevo, necesito un poco de valor para preguntarle qué pasa.

— ¿Hace cuánto que estás aquí? —cuestiona y levanta su rostro.

—Cuando salí del restaurante vine directo para acá, pensé que estaban aquí.

—Ah —asiente y luego simplemente me mira.

— ¿Qué sucedió? —mi voz suena más como un patético susurro que como una verdadera pregunta, quiero golpearme mentalmente.

— ¿Te refieres a cuando defendiste a Mateo? O, ¿A cuando sostuviste a Tamara con demasiada osadía?

—____...

—No, Luke —murmura con seriedad.

—Mateo es mi amigo y...

—Lo pondré así; Hannah y Mateo salen, pero ella va y besa a otro chico a espaldas de Mateo, ¿está eso bien?

—No —murmuro rápidamente—. Ya entendí tu punto.

—Gracias.

Ella no va a decir nada, estoy seguro de eso. Aunque quisiera brincar en un solo pie porque ella se ha puesto un poquito celosa, sé que esto no está nada bien.

Dios, sólo quería apartar a Tamara de ella para que no la golpeara y todo lo que conseguí es una novi... un segundo, ____ aún no es mi novia.

Eso me da una idea buena, muy buena. Su mirada café, y obscura como el chocolate amargo aún sigue cavando dentro de mí, también sé que cuando hace eso intenta leer un poco más de mí, es capaz de eso y de cien mil cosas más conmigo.

Me alejo un poco más de ella, sólo la distancia necesaria para lo que tengo en mente, ella me mira y parece no comprender nada de lo que estoy haciendo, y eso está perfecto. Mientras menos se imagine lo que estoy por hacer va a ser aún mejor. Frunce el ceño y parece que se está hartando de toda esta situación, me gustaría tener aquel mismo poder que ella y leer en su expresión todo lo que está pensando.

Me inclino un poco y después me dejo caer hacia adelante, una de mis rodillas toca el piso y la otra está flexionada, estiro mi mano esperando que ella responda y me dé la suya.

—Sé mi novia —suelto sin más ni más.

— ¿Qué? —suena confundida, no se lo esperaba.

—Que seas...

—Sí, te escuché —murmura interrumpiéndome—, ¿pero te has escuchado tú?

—Claro —respondo ahora más confundido que ella, al parecer.

—Luke, estamos en medio de una discusión y tú...

—____, ¿no quieres? —cuestiono y me pongo de pie.

—Es... demasiado —suspira—, tú, ella, lo que pasó... Axel.

Ah, de eso se trata. Su voz diciendo que aún lo ama cobra vida de nuevo dentro de mi cabeza. Ahora sé porque siempre andan diciendo que nadie entiende a las mujeres, bien, preciosa pues ahora yo no te estoy entendiendo nada, al contrario, estás rompiendo mi corazón.

La miro y ella parece estar a punto de llorar, me acerco y para mi sorpresa ella no se aleja, da dos pasos y en un abrir y cerrar de ojos ella está en mis brazos. Genial, ahora la entiendo menos. Mucho menos, ¡maldita sea!

—Eso no sonó bien, ¿cierto? —me pregunta y esconde su rostro aún más en mi pecho.

—Pues... no —susurro.

—Cuando lo mencioné no me refería a lo que estás pensando —suspira y siento como poco a poco sus lágrimas mojan mi playera.

—No te entiendo nada, ____.

—Me enfadé cuando defendiste a Mateo, me enfadé por culpa de Tamara, me enfadé porque no viniste con nosotros cuando salimos del restaurante, y luego tú... me preguntas eso...

—Perdón, ya sé que fue estúpido.

—No, no lo fue en absoluto. La cosa es así —murmura y se aparta de mis brazos—, sí quiero, pero escucha.

¿Sí quiere? ¿Quiere ser mi novia? La miro unos segundos y ella se limpia las lágrimas con las mangas de su suéter, suspira un par de veces y después vuelve a mirarme de aquella forma que, efectivamente, me convierte en un chico más que enamorado y dispuesto a todo.

—Yo... yo no te merezco para nada Luke, mírame, soy tan estúpida que armo un lío por un pequeño problema.

—____, cállate. ¿Sí quieres ser mi novia?

—No te merezco, Luke, tú eres un chico fabuloso, guapo, talentoso, simpático y yo... una estúpida.

— ¿Quieres o no, guapa?

—Sí —susurra.

—No te escuché —finjo, y sonrío discretamente.

—Sí, Luke Hemmings. Sí quiero ser tu novia.

—Ah, eso está mucho mejor —sonrío y la estrecho entre mis brazos otra vez.

—Sigo pensando que no te merezco —murmura distraídamente.

—Pues yo creo todo lo contrario, guapa. Tú conocías más que bien a Axel y aun así descubriste que había una persona diferente en mí. Viste más allá que el jodido parecido físico.

—Ya que lo mencionas... cuando lo nombré antes, me refería a que estamos descubriendo muchas cosas de él que no sabíamos, fue un mentiroso, un envidioso, yo no lo conocí así y me resulta difícil pensar en él de esa forma.

—Tranquila, te entiendo, guapa.

— ¿Lo haces de verdad? —contraataca.

—La verdad es que no. Cada que lo metes en nuestras charlas pienso que aún significa más que yo en tú vida.

—No seas tonto, Luke Hemmings —murmura y ahora parece estar divirtiéndose, me gustaría entender por qué.

— ¿Por qué? —le pregunto haciendo una mueca.

—Tu amor me hace sentir viva, guapa, inteligente, querida... no sólo como un adorno.

— ¿Como un adorno? —Dios, cada vez la voy a entender menos.

—No necesitas que te cuente porque —guiña y después me besa en la mejilla.

—Ya sé que es referente a Axel —murmuro con aburrición—, pero dímelo.

—No.

—Vamos, así empezaré a superarlo.

—Éramos la pareja más linda de la escuela, o eso decían... yo lo amaba y bueno, aceptaba todo lo que él tenía para mí. Cuando estábamos solos éramos perfectos, pero cuando estábamos con otras personas era algo distante. Yo lo amaba de verdad y bueno...

— ¿Amabas?

—Acertaste, Luke. Lo amaba. 


Two of You; Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora