CAPÍTULO 17. |LUKE|

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Podría decir con toda seguridad que es la chica más guapa en éste lugar. Me encanta lo que se ha hecho en el cabello y su ropa... ella luce indudablemente increíble. Su mirada contrasta con los colores que ha elegido esta noche, se ve guapa, preciosa, irreal.

Nos abrimos paso entre los chicos, algunos conocidos y algunos desconocidos. Me lleno de furia al ver a un par de idiotas mirándole las piernas, ni siquiera yo lo había hecho, no sentí la necesidad de fijarme más allá de su rostro y de aquella sonrisa que me pone como un imbécil soñador. Pongo mi mano en la parte inferior de su espalda y siento que se estremece, eso quizá juegue a mi favor.

—Luke —grita para que la escuche por encima de la música.

— ¿Qué pasa, guapa?

—Esto es alucinante —sonríe y luego continúa caminando.

Yo pienso que ella es alucinante. Estamos buscando un par de bebidas y parece que los demás están buscando meterse en problemas, no dejan de mirarla y no pueden hacerlo. Ella es mía aunque no tenga idea de ello.

Su largo cabello se agita en mis narices y tiene un aroma especial, algo que nunca había percibido en las chicas con las que salgo usualmente. Hablando de chicas, espero que no haya alguna de esas por aquí. Esta noche sólo estoy para la linda morena que viene conmigo. Temo que de ahora en adelante sólo quiera estar para ella.

—Toma —le doy un vaso y ella vacila al tomarlo.

— ¿Qué es? —pregunta. Sus dedos acarician los míos cuando lo agarra.

—Tequila, supongo.

—No quiero. No me gusta beber.

—Bien. Busquemos... ¿jugo?

—Pensándolo bien... —ella bebe un trago largo de tequila y hace una mueca. Es adorable.

— ¿Te gustó?

—Es... fuerte, pero está bien —sonríe.

Dejamos ambos vasos en la mesa después de beber un poco, el alcohol hace que sus mejillas se sonrojen y creo que es la chica más preciosa que he visto. Tomo su mano y ella mira la unión con sorpresa. La jalo y la llevo a la pista, la música suena demasiado fuerte, pero así es en estas cosas. Me alegra que haya muchos chicos bailando, así puedo poner de pretexto algo para acercarme más a ella.

Nunca había sido un fiel creyente de aquella atracción que te hace parecer un completo imbécil sin remedio, creo que fue ella y su forma de mirarme.

Toco sus brazos mientras miro como mueve su cuerpo de un lado a otro. Baila bien, demasiado bien como para que algunos idiotas deseen estar con ella. No lo permitiría ni aunque estuviera loco.

Un chico de mi clase me empuja, en otras circunstancias le hubiera echado bronca, pero hoy he decidido pasarlo por alto porque aquel empujón me ha llevado a sostenerla entre mis brazos.

—Lo siento —murmuro y aflojo un poco mi agarre en sus caderas.

—Está bien —responde con una sonrisa nerviosa.

Una mano se escurre por mi hombro y pongo los ojos en blanco. Sé de quién se trata. ____ se encoje de hombros y parece que quiere echarse a reír. Me gustaría más que se pusiera furiosa de celos, pero por algo se empieza, ¿no?

No quiero voltearme a ver a Tamara, simplemente quiero que se aleje un poco y me deje recuperar el momento que tenía con _____.

Sé que suena demasiado absurdo, pero me gusta la chica que baila y sonríe frente a mí. Me gusta más de lo que alguien me ha gustado antes. Tamara me jala de la playera y me obliga a voltear, no puedo ni parpadear antes de que ella tenga sus labios sobre los míos. La aparto tranquilamente y la miro todo lo mal que puedo.

— ¿Qué crees que haces? —le espeto.

—Besarte cariño, como la otra noche.

—Tamara, por favor...

—Veo que trajiste a tu prima, ¿ya le invitaste algo de beber?

— ¿De dónde sacaste que era mi prima? —pregunto un poco furioso.

—Me lo dijo Mateo —sonríe y se quita un mechón rubio de la cara.

—No es mi prima —murmuro con los ojos entrecerrados—. Es mi novia.

— ¡Qué! —Grita con frustración—. Tu novia soy yo.

—Tú fuiste una linda chica con la que me besé unas cuantas veces. Nunca te pedí que fueras mi novia.

—Lo di por hecho —espeta.

—Tamara...

Ella se escapa de mi campo de visión y me giro hacia _____. Tamara la tiene agarrada por el brazo de una forma no muy amable. Me acerco a ellas y aparto a la rubia, me mira con furia y después le da una bofetada a ____.

— ¡Qué diablos haces! —le grito. Mi voz resuena por todos lados. Han quitado la música para poder disfrutar del espectáculo.

—Darle su merecido a esta...

—No te atrevas a decirle nada —murmuro con un poco de furia—. _____, vamos.

La tomo de la mano y comenzamos a caminar. Ella tiene una mano sobre la mejilla en la que le ha pegado Tamara. No puedo creer que sea tan víbora. Cuando salimos de la casa me detengo y me giro hacia ella, la estoy mirando muy de cerca. Su cachete está rojo y creo que yo estoy rojo de furia, no tenía por qué pegarle.

— ¿Qué diablos le pasa a esa chica? —murmura enfadada.

—Le dije algo que no le gustó —respondo sintiendo que estoy a punto de decir algo que la va a apartar de mí.

—Y eso, ¿qué carajos tiene que ver conmigo?

—Le dije algo que no le gustó, y ese algo era sobre ti.

— ¿Sobre mí?

—Sí.

— ¿Qué le dijiste?

—Que... Le dije que eras mi novia.

Su mirada se empaña, parece que ella piensa que lo que he dicho es estúpido, idiota e increíblemente irracional. Eso es una patada directa hacia mi estómago. Fue demasiado tonto de mi parte pensar que ella podría sentir algo por mí algún día... después de todo ____ ha estado enamorada de mi perfecto hermano, que ni aún después de muerto va a dejar de joderme la existencia. Quiero gritar de frustración, pero por el momento me limitaré a llevarla a su casa.

Después de eso, juro por mi vida que me alejaré de ella.

—Vamos, te acompaño a tu casa.

—Puedo... regresar sola, gracias —responde sin mirarme.

—En esa casa habían más de diez chicos mirándote de una forma no muy caballerosa, si te dejo regresar sola estaría exponiéndote demasiado.

—Luke...

—Deja que te acompañe, después de eso me esfumaré de tu vida.


Two of You; Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora