5 de Junio de 2018
Sophia suspiró cubriéndose un poco más con las mantas y, por ende, robándole de éstas Ethan.
—Sophia, quédate quieta —Ethan le dice riéndose.
Ella se recostó de costado sobre el pecho de Ethan.
—¡Hace frío! —se excusó levantando su cabeza.—Probablemente todos esos músculos hacen que tu no lo tengas —le hizo burla continuando con la vista en la televisión.
—Nena, amas mis músculos —dijo con arrogancia.
Ella rodeó los ojos y se separó de él para sentarse en la cama y salir con dirección al baño.
—Que tonto eres —dice poniéndose sus crocs.—Búscame aquí adentro mi cargador por favor —señaló su cajón en la mesita de noche.
—Espera, Sophia, no te vayas, ¡hace frío! —exclamó él mientras ella se iba de la habitación.
—¡Tendrás que soportarlo! —le respondió desde el pasillo.
Ethan se levantó y se aproximó a la mesita de noche. La abrió y comenzó a revolver al encontrar tantos cables del teléfono, rotos. Al encontrar el de ella, uno que tenía el adaptador ya en un extremo, lo sacó y vio un papel al fondo con brillitos.
Con lo curioso que era, ni se preocupó si Sophia se daba cuenta de que había estado mirando más de lo necesario.
Frunció el ceño al leer en el papel "Prom". Sophia había asegurado que en su escuela no iba a haber ningún baile para su graduación. ¿Éste papel será de su escuela?
Ethan continuó leyendo y vio que al final del papel, luego de leer en qué se basaría el baile, estaba escrito el precio de las entradas. Era un precio razonable.
Volteó el papel y halló que en una esquina estaba escrito el nombre de Sophia.
Sintió que Sophia tiraba la cadena del baño y volvió a meter el papel en el cajón.
Enchufó el cargador y conectó el teléfono de su novia.
—¡No pausaste la película, bobo! —le recriminó la muchacha frunciendo el ceño.
Volvió a meterse a la cama y aguardó a que Ethan vuelva a acomodarse en la posición que estaba para poder apoyarse en su pecho, como antes.
Él la rodeó con un brazo por la espalda y acarició su brazo, que se apoyaba en el estómago de Ethan.
—Sophie... —ella alzó la vista.—Leí el papel de tu cajón.
La muchacha no entendió hasta que recordó que, una vez, escondió el papel en la mesa de noche porque Ethan utilizaba el escritorio.
—Ethan, yo...
—¿Por qué no me contaste? —la interrumpió.—¿Acaso vas con alguien más...? —susurró con miedo.
—¿Qué? ¡No! ¿Eres tonto o qué? —ella le respondió.—No quiero ir —se encogió de hombros.
—Sophia, ¡no puedes faltar a tu baile! —abrió los ojos grandes.—Es como faltar a tu propio cumpleaños —frunció el ceño.
—Eth, cariño, enserio, no quiero... —negó ella.
—Pero yo si quiero ir —él le hizo puchero.
—¿Qué? —lo miró asombrada.—¿Enserio quieres ir?
—Pues si, es importante, nena —le besó la frente.—Siempre quise saber cómo son.
—Pero... No vas a poder estar tranquilo ni divertirte... —ella le dijo con lentitud.
—¿Es por eso que no me dijiste? ¿Por qué temes que no me divierta? —se dio cuenta de inmediato.
—Yo... —suspiró.—Entiendo que todas las chicas te amen, Eth, enserio. Y siento que si estan todas esas chicas alrededor... no va a ser lo mismo. No vas a estar conmigo ahí al 100%. Lo lamento, si estoy siendo egoísta —los ojos de la muchacha lo miraban con miedo.
—No tienes que lamentarte, el que tendría que pedirte perdón soy yo —le dijo Ethan.—A veces todo se sale de control. Y enserio quiero que esto dure lo más que podamos, la mayoría de las veces por mi culpa todo se va a la mierda —la continuó acariciando y ella levantó su mano para tomarlo del rostro y que la mire.
—No es tu culpa. No es la culpa de nadie. No estoy diciendo que quiero un novio normal, cariño. Te amo, tal cual eres, seas famoso o no. Pero no quiero que creas que preferiría ir sola al baile. Realmente me gustaría ir contigo, también poder darte la oportunidad de que lo disfrutes... Ambos sabemos como son las cosas. Y tenemos que aceptarlo. Es difícil pero podemos con esto juntos —le dijo sosteniéndolo de la mandíbula.
—A veces siento que ya no puedo más, Sophia... —Ethan le dijo con una mirada suplicante.—Me asfixio. Y es tanto que ya no sé ni siquiera en dónde estoy. Y mi peor miedo, en el que pienso todos los dias, es perderte por culpa de esto. Y me aterra.
—Ethan, ya te lo dije una vez. Me gustas demasiado como para soportar la mayoría de tus estupideces —le dijo sonriendo, tratando de generarle más confianza.—Pero no me malinterpretes; me gustas cuando eres impulsivo pero a veces enserio me gustaría golpearte —rieron y él se inclinó para besarla.
Le quitó algunos pelos de la cara y la acarició besándola.
—Oye, ¿alguien ya te invitó? —preguntó curioso.
Sophia se rió.
—¿Por qué preguntas? —alzó la vista enarcando una ceja.
—Eso es un si —suspiró y Sophia relamió sus labios.—¿Muchos?
—Claro que no, solo fueron 3 chicos... —arrugó la nariz.
—"Solo" es para 2 personas MÁXIMO —exageró.—¿Quiénes? —continuó preguntando.
—Ethan, tu no conoces a ninguno de mis compañeros —negó la muchacha.—Además ya les aclaré que tengo novio —lo apretó de las mejillas.
—Está bien, está bien —se soltó riendo y la volvió a besar.
La abrazó fuerte y continuaron mirando la película.