13 de Julio de 2015
El Wi-Fi funcionaba bien, su batería estaba al 85% y había señal.
Ethan no dejaba de mirar su celular. No podía quedarse tranquilo sin que Sophia le respondiera los mensajes. Y todo por aquel estupido impulso de haberle dicho que deseaba estar junto a ella.
¿Cómo pudo haberle enviado aquella estupidez? La muchacha creería que está loco. ¿Cómo iba a pasar por su mente enviarle eso apenas conociéndose?
Sus manos no paraban de moverse y de jugar con el celular. Apretaba una y otra vez el botón de inicio y no había nada.
Desbloqueó su teléfono y miró la hora de su mensaje. Había sido enviado hacía 10 minutos y ella aún no respondía.
Se decidió por ir al baño y también lavarse la cara. Mientras secaba sus cara con una toalla, su teléfono sonó indicando que había llegado un mensaje.
Paró de hacer lo que estaba haciendo, se miró en el espejo y tiró la toalla al suelo, para seguido salir corriendo del baño hacia su cama.
Prácticamente se tiró de un salto mientras sostenía su teléfono y lo desbloqueaba, sin mirar lo que decía el mensaje en la vista previa de la pantalla.
Todo el aire que tenía en los pulmones fue soltado de golpe y sonrió.
"A mi también me gustaría estar contigo, y siento que te extraño pero es un poco raro, no lo crees?"
Ethan se la imaginó sonrojada. Ese mensaje le indicaba que ella también tuvo el mismo impulso, pero en cambio ella lo supo controlar bien y trató de hacerlo algo natural.
Antes de empezar a contestar, la pantalla cambió y apareció que tenía una llamada entrante de FaceTime, de Sophia.
Entró en nerviosismo y, sin querer darse cuenta pero a la vez dándose cuenta, contestó. Así, sin pensarlo dos veces, porque sabía que si lo hacía, jamás contestaría.
—Hola —Sophia irradiaba felicidad y tenía una sonrisa de oreja a oreja.—Lo siento por llamar, yo... Quería verte —dijo un poco sonrojada.
Ethan no paraba de mirar lo hermosa que era, lo natural que se veía con el haberlo llamado. Y él ni siquiera se había lavado ni peinado el cabello.
—Hola —Ethan dijo casi en un susurro, con una pequeña sonrisa asomándose por sus labios.—No me molesta que llames, a mi también me dieron muchas ganas de verte...
—Fue un impulso —afirmó revoloteando los ojos.—Como si mi cuerpo estuviera sin control y hubiera hecho lo que siempre quiso hacer, independientemente de lo que yo piense —explicó hablando muy rápido.
—Soph... —Ethan se rió.—Hablaste extremadamente rápido —le dice mirándola por la pantalla.
Las mejillas de la muchacha se tiñeron de color rojo. Y Ethan no aguantaba el no tenerla en frente para tomarla del rostro y besarla.
—Y-yo... —se cubrió la cara con su mano libre, cerrando los ojos.—Lo lamento, estoy demasiado nerviosa —rió tratando de aligerar su propio nerviosismo.
—¿Sabes qué? Deberíamos sacar una captura de esto, para conmemorar... nuestra conversación más impulsiva hasta el momento, ya que todo empezó con mi mensaje muy impulsivo y tu me seguiste con una llamada muy impulsiva.
Sophia cubrió su boca para reírse.
—Estoy de acuerdo, tómala tu. 1, 2 y... 3 —Ethan hizo una cara rara y luego de tomar la captura de pantalla, ella sonrío enternecida.—No olvides enviarla.
—Eres tan hermosa... —susurró el muchacho con una sonrisa.
—¿Qué has dicho? —Sophia preguntó con el amague de sonreír.—Ethan, ¿qué fue lo que dijiste? —volvió a pedirle.
Ethan se quedó mudo. No sabía que hacer, estaba a punto de entrar en una crisis nerviosa.
Sin pensarlo dos veces, cortó la llamada y tiró su teléfono a la esquina de la habitación, gritando de frustración.
Cubrió su rostro con sus manos y ahogó un grito.
Unos segundos después el sonido de un nuevo mensaje salió del teléfono.
Despeinó (aún más) su cabello y suspiró, encontrando el teléfono en el suelo. Caminó con lentitud, casi como si del teléfono estuviera por salir algo de otra dimensión.
Cerró los ojos mientras tomaba el teléfono y lo desbloqueó con su huella. No quería ver hasta que se sintiera listo.
Él sabía que era Sophia. La conocía lo suficiente como para saber que ella jamás se quedaría de brazos cruzados esperando que él la llamara.
Cuando miró el teléfono sintió que el alma le volvio al cuerpo.
"Y tu eres extremadamente guapo y no me daría miedo de decirlo cara a cara, Ethan"
Ethan juntó valor y ahora inició la llamada, intentando mantener sus manos quietas y firmes.
En cuánto vio la cara de Sophia en la pantalla, con un poco de miedo, comenzó a sudar y trató de sonreír confiado.
—Creo que tienes algo para decirme —dijo sonando seguro y agradeció el que no le temblara la voz.
Sophia comenzó a sonreír y soltó una carcajada.
—Ethan Dolan, sabes perfectamente lo que pienso —se sonrojó y se miraron con una sonrisa.
Ambos sintieron que podrían estar así toda la noche.