12 de Noviembre del 2018
Sophia cerró lentamente la puerta de la habitación de Ethan, casi caminó en puntas de pie hasta la cocina, dónde estaba Grayson lavando los trastes.
—¿Todo bien? —preguntó él.
—Eso creo, ya se quedó dormido... Pero enserio me preocupa —se cruzó de brazos, apoyándose en el resto de la encimera.
—A mi también, anoche lo escuché gritar como 3 veces, y siempre que iba a vigilarlo estaba todo sudado —Gray terminó y, una vez que cerró el agua, se secó las manos con un trozo de tela y miró a Sophia.—¿No crees que sea algo grave? Es decir, ya van 3 veces ahora. No puede continur durmiendo entrecortado y tan poco tiempo —Sophia mordió su labio.
—Sinceramente prefiero creer que es porque se estresa o preocupa mucho, a que sea por algo peor —torció su gesto.
—He escuchado que habla entre sueños, pero no se le entiende realmente.
—¿Crees que sea por alguna película que vio?
—Sinceramente, Soph, yo no creo que sea estrés ni cansancio —negó.—Y puede haber algo más detrás de esto.
Sophia miró al suelo, un poco acongojada. Ella sabia que había mucha gente mala en el mundo, así mismo sabía que Ethan no merecía que le suceda eso.
Suspiró jugando con sus pies.
—No se si sea buena idea, Gray... Tal vez podríamos empeorarlo —frunció el ceño.—O tal vez no sea nada. Podemos estar haciéndonos todas estas malas ideas y al final nos acabamos preocupando demasiado.
Grayson suspiró.
—Prefiero sacarme la duda a seguir con la intriga, Soph —se cruzó de brazos.
—Busquemos información y veamos —le hizo señas para ir al sofá.
Caminaron hasta allí y una vez sentados, tomaron sus teléfonos y comenzaron la búsqueda. Estuvieron casi 10 minutos así.
—Ni siquiera sé por dónde empezar —dijo Grayson suspirando.
Luego se levantó del sofá y fue a su cuarto, en búsqueda de la laptop. Sophia lo comenzó a seguir, ya que creyó que sería mejor quedarse en el cuarto de Gray, pero a mitad del pasillo los gritos de Ethan inundaron la casa. Gritos de miedo.
Corrió rápidamente, metiendo su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón, y entró al cuarto de su novio, encontrándolo haciendo movimientos muy bruscos, girando y apretando sus ojos. Prendió la luz y fue de inmediato al lado de Ethan, abrazándolo con fuerza, acariciando su cabello y tratando de tranquilizarlo.
—Ethan, cariño... Shhh, tranquilo, todo está bien —Grayson caminó con un poco de miedo hasta ellos.—Aquí estamos. Eth, bebé, despierta —tragó sus lágrimas mientras veía a Ethan abrir sus ojos, llorosos.
Ya un par de lágrimas caían por su rostro. Y se aferró con fuerza a los brazos de Sophia en cuánto la vio.
Trató de calmar su temblor.
—Tranquilo, bro, somos nosotros —Grayson dijo, sin saber si era lo indicado, y la muchacha le corrió el cabello a Ethan del rostro, todo mojado debido al sudor de su frente.
Se incorporó, sin decir nada, y abrazó con fuerza a Sophia, se quebró con ese abrazo. Sollozó con desconsuelo. Y ella lo abrazó con más fuerza, sufriendo casi como él.
—Ya pasó, bab... —cerró los ojos con fuerza.
—Fue horrible —dijo apenas. Su voz temblaba tanto que con suerte se escuchaba.
—¿Quieres hablar de eso? —Ethan se separó y recostó su cabeza en las piernas de Sophia.
Negó, con la vista fija a la pared.
—Solo acaricia mi cabello —cerró los ojos, pero no podía.
Si los cerraba, recordaba aquella horrible pesadilla. Y solo le daban más ganas de llorar.
—¿Quieres agua? —Grayson le preguntó.
Ethan alzó la vista y asintió pocas veces. Una vez que Grayson se fue del cuarto, miró hacia arriba para ver a Sophia, con los ojos llenos de preocupación.
—Sé que te preocupa verme así —comenzó diciendo.—Debería dejar de ver películas de terror —quiso bromear, pero la muchacha no se rió.—Siempre tengo pesadillas —comenzó a relajarse un poco, sintiendo las caricias.
—Pero jamás despiertas de ellas gritando —le respondió.
—Créeme, grité para poder darme cuenta de que era solo un mal sueño —se incorporó un poco, haciendo que Sophia deje de acariciar su cabello, y se miraron a los ojos.—Si algo te pasara no sé qué haría.
—¿De eso era tu pesadilla? —le preguntó inclinándose un poco hacia él.
Ethan meneó la cabeza.
—Algo así. Y aunque haya sido simplemente una falsa realidad, me hizo sentir dolor como si fuera real. Enserio lo sentí real.
Sophia relamió sus labios y le sonrió de lado.
—Pues no lo era, estoy aquí y estoy bien. Ya está, Eth —le dijo tratando de hacer pasar el mal momento.
—Estoy aterrado de que en algun momento tenga que existir sin ti —Grayson llegó con un vaso de agua en una mano y en la otra una pequeña pastilla.—¿Qué es?
—Un calmante, para cuando no puedes dormir.
—¡No, no! No quiero volver a dormir —Ethan negó inmediatamente.
—Te va a ayudar, va a relajarte tanto que seguro no vas a tener ningún sueño o alguna pesadilla —su hermano insistió.
—Cuando menos quieras recordarlo, ya vas a haber despertado, como nuevo —Sophia ayudó, sosteniendo una sonrisa totalmente falsa.
Ella igual estaba aterrada de que Ethan continuara teniendo pesadillas.
—Pero, por favor, quédense conmigo —les pidió con ojitos de cachorrito.
Su novia se acomodó mejor en la cama y Grayson se sentó, a la vez que le daba el vaso y la pastilla.
Ethan lo recibió y esperó a que sus acompañantes se pongan cómodos, para ya tomar el calmante. Rápidamente terminó el agua del vaso y volvió a recostarse, más pegado a Sophia que a su hermano.
—Descansa bro, estoy seguro que no van a haber pesadillas —le dice Grayson, palmeándole el hombro.
—Más te vale, porque si tomé éste calmante solamente para dormir rápido y acabar despertando por una pesadilla, te haré daño, Gray —susurró con la voz adormila.
Ya había empezado a cerrar los ojos, cuando levantó su mano en busca de la de Sophia. Una vez que la encontró, la tomó de la muñeca y la soltó sobre su cabello, pidiendo más caricias.
Y Sophia lo hizo, sonriendo, rezando para que Ethan pueda descansar, una vez por todas.
