2 de Enero del 2017
—Si vamos a pasar una semana todos juntos debemos organizarnos bien, porque no vamos a durar ni 2 días en esta cabaña —Sophia dio un pequeño golpe a la mesa.
—Yo pienso igual, los quiero mucho a todos pero enserio no puedo vivir en un lugar dónde hay ropa interior sucia cada dos pasos —dijo Amy, con un poco de timidez aún.
Era la más nueva en el grupo, ya que Grayson y ella habían formalizado lo suyo hace un par de semanas.
—No es por ser malo ni nada de eso, pero quiero comenzar esto avisando que no voy a compartir mi maquillaje —James dijo haciendo un movimiento de manos muy rápido.
—Cariño, eso no debías ni aclararlo —dijo Steven, el amigovio de James, con quien iban y volvían todo el tiempo.
—Si tocas el maquillaje de James estás muerto, regla principal —bromeó Grayson haciendo reír a su hermano.
—Estoy escuchando hace un rato que hablan mucho sobre ser organizados y limpios, pero esto me dice todo lo contrario —Marcus, el novio de Emma, llegó con un pequeño objeto alargado, el cuál una vez que se sentó en la mesa con los demás, se pudo apreciar que era un test de embarazo.
—Oye, espera, ¿eso enserio es...?
—Sip, lo estoy viendo desde aquí. Hay alguien en la dulce espera —dijo Ethan riendo.
—¿Cómo sabes que es positivo? —Steven arqueó una ceja.
—Pues porque tiene dos rayas, si tiene dos rayas es que es positivo —se encogió de hombros el mayor de los gemelos.
—Así que hay una futura mamá entre nosotros, en este preciso instante —dijo James emocionado.
Y todos posaron su mirada en él.
«¿Si recuerdan que soy hombre, no? —preguntó al notar que todos dudaban si era suyo el test.
Miraron a Emma y ella se puso muy nerviosa, ahora Marcus se puso pálido.
—¡No, no! ¡Por Dios, no! Nosotros... nos cuidamos, ¿cierto, nene? —lo miró con los ojos muy abiertos.
—Pues, pues si –se encogió de hombros.
Giraron a Amy y Grayson frunció el ceño.
—A no ser que sea del Espíritu Santo, ese test no es mío —a Sophia le dio mucha risa la respuesta, pero cuando vio cómo todos la miraban, paró de sonreír.
Ethan tomó el cuello de su remera y tiró un poco, dándose aire.
—¿Por qué me miran todos...?
—Bab, ¿eso es...? —comenzó a hablar Ethan muy nervioso.
—¡Oh, no! Por supuesto que no, no, no, no, no, no —dijo muchas veces.
—No, claro nos cuidamos —quiso auto convencerse.—A no ser que nos... olvidadaramos y tengas algo para decirme —rascó su nuca, nervioso.
—NO, ETHAN, ESTOY DICIENDO QUE NO —habló extremadamente rápido.—Yo no me he hecho ese test —negó.—Nos cuidamos —volvió a repetir.
Y volvieron a mirarse entre todos, más dudosos que antes.
—¿Y entonces? ¿De quién es? —Marcus volvió a preguntar.
—¿Los espíritus pueden quedarse embarazados? —preguntó James, en broma.
—No hables de espíritus, que me ponen más nerviosa aún —Sophia le dijo abriendo sus manos en el aire.
—Prefiero creer que alguien se lo olvidó allí, ¿saben? —Grayson dijo, tragando en seco.
—¿Pues qué creen? Tenemos noticias —Steven levantó a James de la mano y colocó las manos en su estómago, guiando las de James al mismo lugar.—Estoy en cinta, vamos a ser papás —dijo fingiendo un pequeño llanto.
James continuó el juego, formando con sus manos un corazón sobre el abdomen de Steven.
Sophia entre abrió la boca, aún pensando en todo lo que acababa de pasar.
Ethan se levantó de la silla y fue a tomarla de la mano, para incitarla a levantarse. Ella lo hizo, un poco perdida, y la llevo a su habitación.
—Oye, Sophie, si tienes que decirme algo, es decir... sigo viéndote dudosa —dijo un poco nervioso, comenzando a caminar de un lado al otro.
—Estoy dudosa porque tengo curiosidad por saber de quién es, no porque sea mio, Eth —negó, pestañeando repetidas veces así pudiendo volver más a la realidad.
Se aproximó a él y le rodeó los hombros con sus brazos.
—Ambos nos hemos cuidado... —dijo Ethan alzando sus cejas.
—Si, yo tomo mis pastillas, no me faltó ni una sola, estoy a punto de tener el periodo —enumeró cada cosa.
—Es decir, no me molestaría si tu... Si nosotros, yo... —Sophia lo besó para callarlo.
—Ya lo sé, Ethan, no necesitas decirlo. Somos muy jóvenes aún —le dijo luego de separarse, sonriendo un poco para calmarlo.
El muchacho soltó todo el aire en sus pulmones y trató de calmar sus pulsaciones.
—¿Sabes que te amo? —la levantó unos segundos en el aire, sosteniéndola por la cintura.
—Si, pero me encanta oírte decirlo —alardeó y soltó una risita cuando él le hizo cosquillas en el cuello con su nariz.
—Pues a mi también me encanta oírte decirlo, qué casualidad, ¿no? Deberíamos casarnos, coincidimos en muchas cosas —bromeó él.
—Si enserio quieres casarte conmigo deberías pedir mi mano de una forma tradicional, ¿sabes? Con un carruaje, caballos blancos —Ethan la miró sonriendo, sabía que todo lo que Sophia estaba diciendo era una broma, pero él estaba dispuesto a llevar todas esas cosas con tan solo verla reírse a carcajadas, entre nerviosa y feliz.
—¿Tengo permitido disfrazarme de príncipe? —alzó una ceja.
Ella se colgó de su cuello.
—Ve disfrazado de Ethan, —le dio un beso en la nariz.— es prácticamente lo mismo para mí.
