5 de Septiembre del 2018
—Tienes más busto que yo —bromeó Sophia mirando a Ethan regresar hacia la cama.
Acababa de salir de la ducha, por lo tanto no usaba camiseta.
Se lanzó a su lado y fingió reir.
—Creo que cualquiera tiene más busto que tú, ¿sabes? —contraatacó.
La muchacha mordió su labio inferior y arrugó su nariz.
—Bien jugado —rodeó los ojos.—Tal vez debería buscar un novio al que le gusten mis senos pequeños, ¿sabes?
Ethan se subió encima de ella, pero no con todo su peso. Le tomó las muñecas y las colocó por encima de su cabeza.
—¿Y quién te dijo que a mi no me gustan tus senos pequeños? —se agachó apenas para mirarla de cerca.
—Te gusta Nicki Minaj —dijo riéndose.
—¿Eso qué tiene? —preguntó encogiéndose de hombros.—Son cosas totalmente distintas, tu eres mi novia y me gustas con o sin senos pequeños, con o sin trasero pequeño, como sea.
—¿Osea que también tengo trasero pequeño?
—No jodas, sabes que tienes buen trasero —le dijo entrecerrando los ojos.
—Sólo quería escucharte decirlo —le sacó la lengua y Ethan bajó su cabeza para comenzar a besarle el cuello.
—Graciosa, ¿eh?
Con su nariz y los bellos creciendo en su rostro le hizo cosquillas, logrando que Sophia se moviera como loca mientras reía.
Le hizo cosquillas en las costillas, la muchacha seguía removiéndose, apenas moviendo a Ethan, que seguía sobre ella con ambas piernas a cada lado.
—Ya no respiro —dijo intentando entenderse mientras calmaba su risa.
Ethan pensó que estaba cargando demasiado peso sobre ella y que a causa de eso le faltaba el aire a su novia.
Sophia lo empujó apenas y él en su apuro para permitirle respirar, se tiró hacia un lado, esperando caer al otro lado de la cama, pero erró, ya que fue hacia el lado en el que ya acababa el colchón, por ende terminó en el suelo.
Su cabeza chocó contra la mesa de noche, justo en la punta.
Sophia se incorporó, preocupada, mirándolo desde arriba.
»¿¡Estás bien!? —exclamó, ayudándolo a incorporarse.
—Estoy bien, tranquila —se levantó lentamente, tocando su cabeza, adolorido.
Cuando se vio la mano con sangre, Sophia la sutuvo y la miró bien.
—Hay que ir al hospital —dijo determinada.
—Es un pequeño corte, no es nada...
[•••]
—Te dije que no hacía falta venir —Ethan rodeó los ojos, mientras estaba recostado en la camilla de la guardia del hospital.
Sophia alzó una ceja.
—Te cortaste la cabeza con la mesita de noche y sangraste, asique si, hacía falta. Podrías haberte desmayado o... No sé, algo así —habló extremadamente rápido.
—Buenas noticias, Ethan; el corte no necesita suturas, simplemente te pegaremos y podrás irte —el doctor dijo mientras entraba al cubículo.
Sophia suspiró, aliviada.
El doctor hizo todo su trabajo y le dijo a Ethan que evitara dormir por la siguiente hora, dejándolo en observación durante ese tiempo.
En cuánto se fue, Ethan volvió su vista a Sophia, quien aún estaba acongojada por lo que había pasado.
—Cambia esa cara —le dijo él, sonriendo de lado.
—Lo siento... Por una cosa u otra siempre terminas lastimado. Peleamos, tienes un accidente. Estabamos jugando, terminas lastimado. Prácticamente estoy acabando contigo, es mi culpa. Te estoy rompiendo, Ethan. ¿Y si es una especie de mal augurio?
Él rodeó los ojos y le tomó las manos a su novia. Tiró de ellas y la aproximó a la camilla, dejándole espacio para que se siente.
—¿Enserio crees que todas esas cosas son tu culpa, Soph? —seguía viéndola preocupada.—No seas boba, nada de lo que ha pasado fue por tí, ni siquiera por cerca. No vas a romperme porque tú logras repararme siempre, una y otra vez. Sé que si me pierdo, tú me encuentras.
Los ojos de Sophia se le llenaron de lágrimas y Ethan la rodeó por la cintura para atraerla a él y que se apoyara sobre su pecho.
—Lo lamen–
—Ya deja de disculparte —se rió.
Le levantó el rostro del mentón y le dio un beso en los labios.
»Esa es la mejor medicina que existe para mí.