8 de Diciembre del 2018
—¿Se supone que luego tenemos que armar el árbol? —preguntó Ethan, abriéndole la puerta a Sophia.
—No, solamente me pidieron que saque todas las cajas con los adornos y las luces, así cuando lleguen lo armamos —le explicó, entrando al sótano.
Bajaron las escaleras y al llegar, Sophia buscó el interruptor y prendió la luz.
Ethan pasó su mirada por todo el lugar, mientras Sophia se dirigía a la parte en dónde habían muchas cajas de cartón. En una esquina había un espejo, cubierto apenas con una manta, tal vez para prevenir el polvillo.
También habían algunos baúles, unos más pequeños que otros. Incluso contra la pared más lejana se veía un tocador.
—¿Y esto? —le preguntó, aproximándose a ella.
Sophi levantó la vista de las cajas y miró a dónde le señalaba su novio.
—Ah, mi papá le hizo un tocador más grande a mamá, entonces lo reemplazaron por éste y quedó aquí. Quisimos hacerlo entrar en mi cuarto pero no pudimos —rió apenas, y volvió a buscar.
—Entonces... ¿las cajas están identificadas? —preguntó, agachándose junto a ella para ayudar.
—No, la verdad no pensamos en eso... —se rascó el cuello, alejando una caja.—Debemos abrirlas y ver lo que tienen —Ethan alzó la vista y vio con los ojos un poco abiertos la pila de cajas.
Ethan no tenía su teléfono consigo, pero le pareció una buena idea poner música para pasar el largo rato que seguramente estarían buscando.
—¿Tienes tu teléfono? —le preguntó.
Sophia volteó a verlo.
—Si, ¿por? —lo sacó del bolsillo y se lo extendió.
—Creo que es mejor si ponemos música y no nos aburriremos tan rápido —le dio una sonrisa, mientras tomaba el teléfono.
Lo desbloqueó con la contraseña y luego buscó una playlist con villancicos.
Sophia lo miró riéndose, negando con la cabeza. Él sólo se encogió de hombros.
Pasaron varios minutos buscando, tal vez media hora. De vez en cuándo se mostraban alguna cosa que encontraban.
Por ejemplo, Ethan había encontrado mucha ropa de bebé, realmente bien cuidada. Sophia, cuando vio todo, le contó que sus padres guardaban toda las prendas que habían usado sus hermanos y ella, porque creían que sería genial que en algún momento, sus hijos o los de los gemelos puedan usar lo mismo que ellos.
Unos minutos más tarde, Ethan buscó en la lista de reproducción y cambió la canción que estaban escuchando. Sophia se giró para mirarlo enojada, ya que estaba cantando "Deck the Halls" con alegría, pero al ver a su novio con un gorro de Santa, soltó una carcajada, entendiendo por qué había cambiado de canción a "Santa Claus is Coming to Town".
Se acercó a él, mientras bailaba gracioso, al ritmo de la música, con una sonrisa. Le rodeó el cuello con los brazos y Ethan rápidamente hizo lo mismo en su cintura.
—Supongo que has encontrado las cosas —dijo ella, riendo.
Ethan buscó en su bolsillo el teléfono y pausó la música, dejando el aparato sobre las otras cajas apiladas.
—¿Sorprendida? Tengo mala fama de no encontrar nada de lo que busco —la miró, con una ceja alzada.—¿Has sido buena éste año, niña? —puso una voz grave, en un intento de fingir la voz de Santa.
