Cap. 19 Cuando las palabras causan dolor

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Para Christian el día en la oficina había sido terrible, parecía que todos se habían puesto de acuerdo para enervarlo, primero Andrea había tardado en conectar una llamada, lo que le había costado la pérdida de un trato, Olivia se había confundido con unas copias y había remitido las incorrectas al dpto. legal lo que causó que se retrasasen contratos, Ros no había podido cerrar un trato con una naviera japonesa por ser mujer, y aunque esto no era su culpa en este momento incidía a empeorar su humor, así que había cortado por lo sano y se había retirado, trabajaría desde su departamento, todos lo ponían nervioso, estaba harto de incompetencias así que decidió salir. Cuando llegó a su departamento decidió primero matar la tensión en el gimnasio antes de continuar con la jornada laboral, luego de 2 horas de ejercicios duros, se sintió un poco más tranquilo por lo que luego de un baño y comer algo se dirigió al despacho de su casa, estaba revisando unos contratos nuevos y varios estados financieros de algunas empresas que deseaba adquirir cuando escucho un golpe en su puerta

-Disculpe Señor Grey, pero la Sra. Lincoln está subiendo

Christian suspiró y se recostó pesadamente en su sillón, le hizo un asentimiento a Taylor y luego se levantó, no tenía ganas de tratar con Elena pero sabía que no iba a poder evitar su visita, ella había viajado a Tahití con su último boytoy para las navidades, y por lo visto ya habían vuelto, caminó hacia el salón justo en el momento en que la puerta se abría.

-Christian cariño - Elena caminó hacia él con los brazos abiertos, estaba vestida con su característico negro, llevaba un vestido pegado al cuerpo, con unas botas largas, con mucho maquillaje, su cabello brillante en un corte carre, le dio dos besos en el aire mientras posaba sus manos en sus antebrazos.

-Hola Elena, que tal las vacaciones? - dijo Christian indicando el sillón para que se sienten, sobre la mesa de té ya habían dos copas y una botella fría de vino tinto, Gail valía su peso en oro.

-Ah aburrido, demasiado sol, demasiada gente, hubiese querido algo más exclusivo, aparte no pude divertirme debidamente, no había un club que reúna los estándares a lo que estoy acostumbrada, sinceramente fue una pérdida de tiempo - Mientras Elena hablaba Christian servía las copas - pero suficiente de mi cariño, dime tú cómo estas?- le dijo acariciando su brazo.

-Estoy bien Elena, ya sabes lidiando con la oficina y con los problemas de siempre - Christian contestó, no le había contado a Elena el robo de GEH, ella se había enterado por las noticias pero no sabía en transfondo de lo que robaron

-y dime ya tienes alguna novedad de quien pudo haber entrado a la empresa - dijo Elena bebiendo un sorbo de su vino.

-No, estamos investigando pero hasta ahora es un callejón sin salida - dijo Christian frustrado pasando las manos por el pelo.

-Querido con tus recursos no entiendo la incompetencia de tu personal, a estas alturas ya deberían tener noticias

-Ni siquiera la policía tiene pistas Elena.

-Yo solo digo Christian, Welch al final no es tan maravilloso como te lo hace creer - dijo con desdén, a Christian le molestó, si bien Welch no podía descubrir nada, era por la profesionalidad con la que se había actuado, pero sabía que podía confiar plenamente en él.

-Elena - dijo duramente - yo confió en el equipo que está trabajando en esto, y se que la falta de resultados es debido a situaciones ajenas a su voluntad, te agradecería que no vuelvas a emitir una opinión que no te es solicitada.

Sombras tristes y oscuras. *Completa*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora