Cap.67 Mis sombras

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Se pasó la mano por el pelo, no tenía ganas de discutir lo que había pasado en su ausencia, se encontraba dispuesto a replicar cuando una mano cálida le dio una suave caricia e hizo que su rostro girara.

-Sé que es difícil para ti – le dijo ella con ternura – pero si no confías en mí, siempre habrá una pared entre nosotros, algo que no se dice y que podría causar problemas futuros.

Christian le sonrió

-No es que no confió en ti Ana – le tomó la mano y le dio un suave beso mientras la envolvía en sus palmas – es que temo perderte.

-Yo sé que es difícil que me creas, pero enserio, no me vas a perder

-Tú no sabes el monstruo que soy yo – le dijo con temor en la voz.

Ella le sonrió indulgente

-Hoy ha sido un día de muchas emociones – se incorporó para luego sentarse a horcada sobre él – por hoy te doy tregua – le dijo acariciando su rostro, Christian la tomó del trasero y la acercó más a él.

Se miraron un segundo, y Ana se acercó y le dio un casto beso

-Te amo Christian Grey – le dijo con mucha sinceridad en la voz – y no quiero vivir mi vida sin ti

Christian sintió su corazón iba a salir de su pecho de la emoción, no pudo articular palabra se limito a besarla con todo el amor que le pudo trasmitir en ese contacto, y luego de un momento las caricias fueron subiendo de tono y se entregaron nuevamente al amor.

Cuando Christian despertó las tenues luces del día se colaban por la ventana, se quiso mover pero sintió su brazo atrapado, giró su rostro y sonrió ante la vista, sobre su brazo se veía una maraña de cabello castaño, Ana estaba durmiendo sobre él con un brazo cruzando sobre su abdomen, se notaba que hace rato ya estaban así y lo mejor de todo era que no habían sobresaltos ni quemazón, solo una sensación de felicidad infinita que no quería que terminara. Busco a tientas su reloj y lo encontró a sobre la mesita de luz, se sorprendió al ver que eran pasado las 7 de la mañana, hacia un mes que no dormía más de una o dos horas por noche, sonrió, el efecto Ana…

Como pudo se separó de ella, intentando no despertarla, Ana gruño, pero se movió, abrazo la almohada y se volvió a dormir profundamente, Christian se levantó y miró a su alrededor, buscaba su celular, cuando lo encontró sin hacer ruido salió de la habitación para hacer una llamada, era un alivio que Kate se mudara con Elliot ya que él estaba paseándose por el departamento completamente desnudo.

Prendió su celular, y empezaron a saltar mil de mensajes de texto indicando llamadas recibidas, decidió no prestar atención a ninguna ya que Taylor sabia donde él estaba y si había alguna urgencia lo hubiese buscado.

Al segundo timbre Taylor atendió.

-Buen día Sr. Grey

-Buenos días Taylor - a este le sorprendió el tono amable de su jefe, en los últimos tiempos lo único que hacía era ladrarle a todo el mundo. – necesito que me traigas una muda de ropa por favor al departamento de Ana y también el desayuno.

- Sr. Grey estoy subiendo en el ascensor, en 2 minutos llego con un bolso con ropa y con café y Bagels.

Y con esto colgó, Christian sonrió, Taylor valía su peso en oro, se quedó muy cerca de la puerta para escuchar cuando Taylor llegaba, no quería que el timbre despertara a Ana, cuando lo sintió se acercó a la puerta y la abrió solo un poco, Taylor que ya entendió que su jefe se encontraba como vino al mundo, metió una mano que sostenía el bolso con ropa y luego le pasó una caja que debía contener las bebidas y la comida, Christian tomó todo como pudo y miró extrañado que no le pasará un perchero con traje, cuando iba a decir algo, Taylor le habló.

Sombras tristes y oscuras. *Completa*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora