Sombras tristes y oscuras. *Completa*

Cap.35 La cena incidentada parte 1

Christian bajó hasta donde Taylor lo esperaba, miró su reloj y vio que faltaba media hora para las 19:00hs., pero no quería estar en ningún otro lugar, así que cuando subió le indicó a Taylor donde ir, este sin perder tiempo cumplió el pedido, miró por el retrovisor a su jefe y lo vió sumido en sus pensamientos, mirando por la ventana.

Llegaron, Christian bajó y le indicó a Taylor que le avisaría para que volviera a recogerlo, que fuera al Escala, y pese a que no quería dejarlo solo sin haber hecho un reconocimiento de seguridad del local, se marchó, sabía que estaba en buenas manos.

Christian entró al edificio y saludó al conserje, subió al ascensor y llamó el piso, cuando llegó, salió presuroso en el pasillo, se dirigió hasta la puerta y al llegar se percató de la música que se escuchaba, pego un poco la oreja pero no reconoció la canción, le pareció escuchar una voz por encima de la pista, pero no podía distinguir bien, así que se retiró y llamó a la puerta.

Segundos después el volumen bajó y oyó unos pasos, cuando la puerta se abrió se encontró con una imagen que lo hizo tragar, frente a él estaba Ana, con unos shorts cortos que un poco más y eran indecentes, un chaleco negro abotonado que usaba como blusa y que moldeaba perfectamente sus curvas y sus senos

, su cabello suelto y alborotado, el rostro levemente sonrosado y llevaba unos zapatos con tacos, la mirada de ella se iluminó al verlo, pero antes de que ella pudiera emitir palabra sintió como era arrastrada hacía adentro, escucho que la puerta se cerró y se encontró arrinconada contra la pared.

Christian la sostuvo un momento, hasta que ella enrosco sus piernas en su cintura, y descanso sus brazos en su cuello y hombro, sin bajarlos, él empezó a besar con fervor su cuello y bajaba hasta la abertura de su blusa, ella ladeaba el cuello y arqueaba un poco la espalda, y de paso creaba fricción entre sus piernas donde más lo necesitaba.

-¿Por qué estas vestida de esta manera? – dijo Christian ronco y repartiendo besos por su cuello.

-Estoy cómoda, porque estoy cocinando, aparte estoy sola – dijo casi sin aliento y meciendo las caderas, y sintiendo como la erección de él se ponía más dura.